En medio centenar de ayuntamientos la caída es al menos de un 25 %
15 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Instituto Nacional de Estadística hizo públicas hace unos días las cifras oficiales de población del padrón municipal a 1 de enero del año 2016. Como viene siendo habitual, esos datos confirman la sangría demográfica en la que está instalada la provincia de Ourense, que perdió 3.538 habitantes en un año. De todos modos, la dimensión del problema se aprecia con más claridad si nos remontamos dos décadas. En comparación con el año 1996, la población ourensana se ha reducido un 9,24 %. Entonces estaban censadas en la provincia 346.913 personas y ahora son 314.853.
los más afectados
El medio rural desaparece. En estos últimos veinte años la emigración desde los pequeños concellos hacia las cabeceras de comarca ha convertido algunas localidades en páramos poblacionales, especialmente en zonas de montaña, con un entorno rural y comunicaciones deficientes. En ocho concellos la reducción del censo entre los años 1996 y 2016 se acerca al 50 %. Los casos más llamativos son los de Chandrexa de Queixa, que pasó de 984 vecinos a 506 y San Xoán de Río, de 1.137 a 583. En todo caso, en 56 de los 92 ayuntamientos de la provincia (más de la mitad del total) la caída de población es al menos de un 25 %.
las excepciones
El entorno de la capital y las cabeceras de comarca. En un contexto como el citado, en el que la mayor parte de los ayuntamientos pierden población, es especialmente llamativo el caso de Barbadás, que ha duplicado su censo al pasar de los 5.239 habitantes que tenía en 1996 a los 10.638 actuales. La intensa actividad constructora y la cercanía con la capital han favorecido esa expansión. Ese último factor explica también los crecimientos de San Cibrao das Viñas (de 3.310 a 5.113 vecinos) y Pereiro de Aguiar (de 4.718 a 6.255). En suma, en estas dos décadas fueron solo nueve los concellos que subieron de población. Además de los citados, crecieron -aunque en menor medida- las grandes cabeceras de comarca, como O Barco de Valdeorras, O Carballiño, Xinzo de Limia o Allariz.
la tendencia actual
Contracción con pequeñas excepciones. Las cabeceras de comarca, todas sin excepción, perdieron población en el último año. Solo siete concellos tienen más censo a 1 de enero del 2016 que en la misma fecha del 2015, aunque la mayor parte de los casos son de pequeños concellos y con leves incrementos (Petín, por ejemplo, gana cuatro habitantes). Los únicos que logran conservar la tendencia al alza en el último año de entre los que más crecieron en las últimas dos décadas son los dos que presentaban mejores datos: Barbadás y San Cibrao das Viñas. Se trata, no obstante, de subidas escasas, del 1,67 % en el primero de los casos y del 1,52 % en el segundo.
La capital perdió 338 habitantes en el último año y 829 en los 19 anteriores
Durante décadas, el flujo de emigración desde las comarcas a la capital de la provincia hizo crecer Ourense, pero esa tendencia hace tiempo que se ha cortado. A 1 de enero del año 2016 en la ciudad estaban censadas 105.893 personas, 1.167 menos que en la misma fecha de 1996, lo que supone una caída del 1,09 %. En ese período la población ourensana osciló inicialmente entre los 107.000 y los 109.000 habitantes, alcanzando su techo en el año 2003, con 109.475. Unos años el padrón subía y otros bajaba, pero el número total de ourensanos se mantenía más o menos estable hasta que en el año 2011 comenzó a caer sin freno hasta los 105.893 actuales.
Además, el último año con datos actualizados tampoco ha servido para frenar la tendencia. En 1996 y 2015 la capital ourensana perdió 829 habitantes, pero entre el 1 de enero del 2015 y la misma fecha del 2016 la caída fue de 338 censados. Con respecto al año 2003 (cuando se marcó el máximo de las últimas dos décadas) Ourense se ha quedado con 3.582 vecinos menos.