Investigan la muerte violenta en México de un matrimonio de emigrantes ourensanos

Un matrimonio formado por un ourensano y su mujer de raíces gallegas apareció muerto, con signos de violencia, en la pensión que regentaban en la ciudad mexicana de Tula de Allende el pasado lunes por la tarde. El hombre, Manuel Bugallo, de 64 años, era natural del concello ourensano de Beariz, de donde partió con 16 años hacia el país azteca. Allí desarrolló su carrera laboral y formó una familia con la mexicana Rosa María Gómez, cuyo padre era de Allariz y su madre de Santander, según explicaron familiares de los difuntos, que fueron enterrados el martes en su localidad de residencia.

Se desconocen todavía la autoría y el móvil del crimen. Una sobrina del fallecido, residente en Beariz, apuntaba hoy que no saben aún nada en firme, pues continúan abiertas las investigaciones y desconocen si pudo haber un autor o más.

Los cadáveres de ambos aparecieron apaleados y asfixiados. El de la mujer, de 63 años, en la planta alta de la casa de huéspedes Pao, situada en el centro de la localidad de Tula de Allende, del estado de Hidalgo. El del ourensano apareció debajo de una cama en el primer piso de la pensión, según informaron los medios locales, que primero apuntaron que había aparecido solo el cadáver de una mujer y posteriormente se sumó la información del hallazgo del cuerpo del hombre.

Manuel Bugallo estaba arraigado en México y desde el año 1989 no pisaba su localidad natal, según confirmaron fuentes familiares y vecinales. En el país azteca, el matrimonio tenía dos hijos varones. Nunca habían tenido un episodio anterior de violencia en México, apuntaron los allegados de Beariz.

En el municipio ourensano, ya no tenía tampoco pertenencias. En el inmueble en el que nació y vivió hasta emigrar residen ahora sus familiares directos, su hermana, su cuñado y su hija mayor.

---

---

---