Unas 200 personas asistieron a la segunda edición de la fiesta
08 abr 2024 . Actualizado a las 10:31 h.Celanova celebró anoche la segunda edición de su First Dates particular. Unas 200 personas acudieron hasta la localidad ourensana para pasarlo bien y también, como confesaron los más atrevidos, para encontrar el amor. «¡Yo vengo a por todas!», aseguraba uno de los asistentes que se trasladó desde Ponte Caldelas.
La exitosa primera edición de la fiesta de solteros de Celanova, organizada por el empresario Julio Gosende fue suficiente publicidad para que numerosos interesados se estrenasen este segundo año. Acudió gente de toda Galicia, desde localidades cercanas hasta personas con trayectos de dos horas y media que asistieron a cenar para después dar media vuelta. Otros incluso cogieron un hotel para dejar que la noche se alargase. «Sábese como empeza. pero non como remata», decía confiado un soltero de Vigo antes de empezar la fiesta. La llamada al amor de Celanova atrajo incluso a gente de Madrid o Portugal.
El evento empezó en el gastrobar Administración, donde los organizadores ya dieron la primera sorpresa a los solteros. Un coche clásico en la puerta del bar anunciaba que la primera pareja que surgiera en la noche podría darse una vuelta en el vehículo. Las primeras copas más tímidas dejaron ver que la mayoría de los asistentes eran grupos de amigos. Algunas pandillas de toda la vida y otros conocidos que quedaron por redes sociales: «Soubémolo por un grupo de Facebook e propuxémonos vir varios». Este tipo de eventos parece estar en auge ya que parte de los que se citaron ayer en Celanova ya acudieron a la edición anterior o a otra semejante celebrada en Padrón. «Gustoume o ambiente e agora repito porque é unha boa maneira de coñecer xente», contaba una persona que repetía. De hecho, alguno ya había conquistado corazones en otras fiestas de solteros, aunque finalmente todo se quedase en una amistad. «Polo menos pasas unha boa noite», defendía un asistente de Celanova.
Todos coinciden en que es complicado conocer a nuevas personas a ciertas edades, cuando uno se mueve casi siempre por los mismos sitios: «É difícil e un ten moitas gañas de poder ter parella».
Del centro de Celanova pasaron al restaurante Betanzos, donde tuvieron cena y baile acompañados hasta de photocall. A algunos le convencían los asistentes más que a otros, aunque las más románticas defendían que «o importante é a personalidade non o que se ve de primeiras». Más allá de los flechazos que pudo haber, las expectativas estaban en pasarlo bien y que lo demás surgiera. Era el plan de dos amigas ourensanas que contaban que «venimos sin nada pensado, a hablar un rato, bailar y conocer a alguien nuevo».
Esperanza había y prueba de ello fue la pareja a la que Julio Gosende entregó un plato conmemorativo. Irene y Bruno se conocieron en la fiesta del año pasado y ya están prometidos. Aunque la sala estaba dividida entre los partidarios de que el amor se busca y los que piensan que aparece, al menos estaban abiertos por una noche a que saltara alguna chispa.