Un nutrido grupo de aficionados viajó a Esgos para arropar a la escuadra del Atlético Arnoia mientras los efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil y GES continuaban rastreando el Miño en la búsqueda del jugador desaparecido
17 may 2023 . Actualizado a las 22:00 h.Pocas veces la grada del humilde campo de tierra del Club Deportivo Rocas, en Esgos, lució un lleno tan absoluto como el de este miércoles. El partido enfrentaba en octavos de la Copa Diputación a los locales (de la Segunda Territorial) con el Atlético Arnoia (que milita en la Preferente Sur) y, al margen de que el encuentro era importante para las dos escuadras —la eliminatoria es a partido único— la afluencia de visitantes no dejó de sorprender a algunos. «Xa nos pasou no partido de liga da fin de semana co Atios, hai xente que normalmente non viría pero desprázase por arroupar e animar aos chavales», explicaba el vicepresidente del club de O Ribeiro, Rodrigo Aparicio. Y es que este es el segundo partido que afrontan los del Arnoia sin su compañero David Edu García Mitogo.
El jugador de origen guineano falta de sus vidas desde hace una semana. Algunos recibieron un mensaje suyo poco antes de que se le perdiera la pista. Era de agradecimiento por lo compartido y casi todos lo asociaron al hecho de que la temporada llegaba a su fin. Ahora les cuesta asimilar que quizá era otra cosa.
Entre los seguidores que se desplazaron a aplaudir a los suyos no todos quieren aceptar un final trágico. «Eu non o creo. Non encaixa con como era», aseguraba uno de ellos. A Mitogo se le vio por última vez el jueves día 11. Muy temprano, en la misma capitalidad de ese municipio de O Ribeiro, donde residía. Desde entonces lo único que se sabe a ciencia cierta es que su móvil apareció en el puente que une Ribadavia y A Arnoia sobre el Miño. Allí le seguían buscando ayer los equipos desplazados por la Guardia Civil —con buzos, helicópteros y perros adiestrados— y los voluntarios de Protección Civil y el GES de Ribadavia, mientras sus compañeros intentaban centrarse en el fútbol. Tarea que hasta en la bancada rival reconocían que no tenía que ser sencilla. «A verdade é que ten que ser duro. Non sei nin como teñen ánimo para xogar», se compadecía Celia Sancha Ramil, la tesorera del Rocas mientras atendía al público que se acercaba al bar del campo.
«Están tocados, bastante afectados», reconocía Fernando, el padre de Marco, uno de los benjamines del Atlético Arnoia. «A verdade é que non se entende. Era un tío moi majo e no equipo levábase ben con todos, están moi unidos», añadía. Tampoco Manuel, el tesorero del equipo arnoiés, encuentra una explicación. «Estamos desexando que apareza, estea onde estea. Sería o mellor para todos. Non saber é unha desesperación. E se o é para nós, imaxina o que está a pasar a familia», reflexiona. El padre, la madre y los hermanos de Mitogo, junto a otros familiares, siguen minuto a minuto la búsqueda sin despegarse más de lo imprescindible del puente sobre el Miño donde, según se su pone, estuvo este joven guineano criado en tierras de El Bierzo. Allí, en las filas de la Ponferradina debutó con tan solo 19 años iniciando una trayectoria que le ha llevado a vestir la camiseta de varios equipos gallegos. El partido de ayer terminó 0-6, pero los jugadores tenían pocas ganas de celebración y, tras los saludos de rigor, recogieron sus bártulos e iniciaron el regreso hacia el lugar en el que todos tienen la mente desde hace siete días.
