Leiro se desbordó en el adiós a una pareja «de buena gente»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

LEIRO

Cientos de vecinos de toda la comarca acudieron a despedir a las víctimas de la explosión de la Pirotecnia Abad

04 jul 2015 . Actualizado a las 21:15 h.

«Vaise notar a falta. Era unha  xente cabal, agradable, traballadora... moi boa xente», sentenciaba Luis, uno de los muchos vecinos que ayer se quedaron sin espacio dentro de la iglesia parroquial de San Pedro de Leiro. Como varias decenas más, esperaba en la plaza la salida de los féretros con los restos de José Antonio Abad y Cristina Janeiro, fallecidos el viernes a causa de la explosión en una de las casetas de la pirotecnia de la que eran propietarios

Tanto la avenida principal que cruza la localidad como muchas calles del núcleo estaban atestadas de vehículos en los que centenares de vecinos de la comarca de O Ribeiro, y muchos de otros puntos de la provincia, acudieron a darles el último adiós. Las anécdotas y vivencias compartidas con la pareja se mezclaban con las lamentaciones y la consternación por una tragedia que todavía ayer seguía reflejada en el rostro de la mayoría de los vecinos de Leiro, y también de Beade, localidad próxima a la ubicación de la empresa pirotécnica.

Al funeral compartido llegaron también decenas de coronas, entre ellas algunas enviadas por las comisiones de fiestas con las que Pirotecnia Abad mantenía relación. Tras el funeral, los cuerpos de la pareja siguieron caminos separados. Cristina fue enterrada en el cementerio de Lebosende y José Antonio en el de Cabanelas. Horas después, a las ocho de la tarde, en la parroquia de Lebozán de Beariz volvían a repetirse las escenas de dolor en la despedida de Belén Rivas, la novia del hijo de José Antonio Abad y la víctima más joven.

Fuentes de la investigación aseguraron que el material explosivo que queda en las instalaciones está siendo custodiado y que podría ser trasladado mañana.