Aluvión de apoyos al dueño de un taller que fue pasto de las llamas
03 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La desgracia que ha sufrido Eligio Martínez, propietario del taller mecánico de la localidad ourensana de Maceda que el pasado viernes quedó prácticamente calcinado por un incendio que durante más de tres horas devoró las instalaciones, ha servido para demostrarle el mucho aprecio que le tienen sus vecinos. Y no solo por las muestras de apoyo que ha ido recibiendo durante todo el fin de semana, o por la cuenta que, a iniciativa de los responsables del Concello, se abrió para que los habitantes de la pequeña localidad puedan aportar alguna ayuda material que ayude a Eligio a afrontar la recuperación de su negocio. Ayer se conocía que el propietario del taller siniestrado va a poder seguir trabajando en un local que queda justo enfrente del suyo y que, curiosamente, también fue un taller mecánico. Su propietario, Ramón Lorenzo, ha decidido cedérselo sin ningún tipo de contraprestación para que Eligio continúe atendiendo a sus clientes y pueda recuperarse así más rápidamente de sus pérdidas.
«Veu a dicirmo o mesmo día do incendio e para min é algo que non podo expresar o agradecemento que teño con el; dice que non quere nada a cambio, pero eu quero pagarlle un aluguer, aínda que ahora mismo non poida ser gran cousa», explicaba ayer un más que emocionado Eligio.
Al propietario del taller siniestrado le cuesta explicar lo que supone esta oportunidad. «Para min é moi importante porque non é que agora sexa unha época de moito traballo, pero tendo en conta que aínda andan os peritos das aseguradoras mirando, e que parece que teñen para rato, non sabemos cando poderemos empezar a arranxar o taller e volver a poñelo en funcionamento», señala. La oferta de Ramón le permite además mantener los puestos de trabajo de los dos operarios que, junto con él mismo, conforman la plantilla.
Además el local le trae muy buenos recuerdos, ya que su nuevo centro de trabajo lo fue también durante los últimos seis años en los que Eligio trabajó por cuenta ajena antes de establecer su negocio. De hecho quien ahora le da esta oportunidad para recuperarse fue, entonces, su jefe. «Eu estaba traballando noutro taller como mecánico electricista cando el me contratou, porque daquela non tiña a ninguén que fixera electricidade do automóvil, e entre nós sempre tivemos boa relación», seña Eligio, que aclara que fue precisamente cuando Ramón Lorenzo decidió jubilarse cuando se planteó poner en marcha su propio negocio.
El exjefe del afectado le cede su local mientras no recupere el bajo calcinado