Ocho monasterios se han unido a la ruta del Císter en Galicia

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE

MONTEDERRAMO

LOLITA VÁZQUEZ

Montederramo acogió la presentación de la entidad promotora

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia cuenta con 15 monasterios cistercienses, y el objetivo es crear con todos ellos una ruta que permita formar parte de la red a nivel europeo, que abarca a más de 200 construcciones de este tipo. Ese es el principal objetivo de Acigal (la Asociación de Monasterios del Císter en Galicia), que ayer hizo su presentación pública en Montederramo.

Acigal está formado a día de hoy por ocho de esos 15 monasterios, entre ellos los ourensanos de Melón, Xunqueira de Espadanedo y Montederramo. «Nuestro deseo es que todo el patrimonio cisterciense gallego forme parte de nuestro proyecto para poner en marcha la ruta del Císter», explicaba Juan Martínez, tesorero de la agrupación y presidente de residencial monasterio de Oia, Oia. Y añadió: «Galicia es ampliamente conocida por la cantidad y calidad de su patrimonio, sin embargo a veces parecemos olvidar la importancia que tiene mantenerlo y conservarlo como muestra de lo que somos, con identidad cultural propia».

El objetivo, según explicaron desde Acigal, es tener la ruta lista para finales de año; y ya a más largo plazo está previsto lanzar una aplicación para que los edificios puedan visitarse de manera virtual. Será una forma de acercarlo a los jóvenes, tal y como destacó la directora xeral de Turismo de Galicia, Nava Castro, también presente en el acto. Con ello se busca abrir los monasterios a la sociedad en general, más allá de estudiosos y académicos. Eso sí, se busca también mantener una «contextualización rigurosa», según remarcó Martínez; para lo que Acigal ha buscado el apoyo de expertos de las tres universidades gallegas.

De la colaboración entre administraciones, y también con la iniciativa privada, habló Nava Castro. Y en ese tema ahondó el alcalde de Montederramo, Antonio Rodríguez. «A ver se somos capaces entre todos de devolverlle o seu esplendor, e nos axude a fixar poboación, que boa falta nos fai», dijo. Aprovechó también para dejarlo claro: «Temos moi boa voluntad, pero non temos medios económicos, esperamos que entre todos a levemos para diante».

El encuentro en Montederramo sirvió también para rendir un homenaje al padre Damián, el bibliotecario de Oseira, fallecido hizo ayer un año. Fue, tal y como recordó Juan Martínez, un hombre que dedicó su vida a la labor cisterciense, «dejándonos un importante legado cultural con sus fantásticas publicaciones».