En busca y captura el ladrón que saqueó el campo de fútbol de Nogueira de Ramuín y varios puntos limpios

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

NOGUEIRA DE RAMUÍN

Imagen de archivo de las instalaciones deportivas de Nogueira de Ramuín
Imagen de archivo de las instalaciones deportivas de Nogueira de Ramuín Santi M. Amil

La Fiscalía pide siete años de prisión para el sospechoso, que robó cobre y chatarra

28 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En busca y captura se encuentra desde hace algunos meses el principal sospechoso de haber saqueado hace unos años las instalaciones deportivas de Nogueira de Ramuín. Al investigado, al que también se relaciona con los asaltos registrados en dos puntos limpios de la provincia, se le iba a juzgar este miércoles en Ourense por esos incidentes, si bien finalmente la vista se tuvo que suspender ante la imposibilidad de saber del paradero del implicado. En el asunto también figuran como investigados un cómplice que le habría ayudado a llevarse chatarra de dos vertederos y el suegro del principal acusado, al que se atribuye un delito de encubrimiento.

Los hechos se remontan a la madrugada del 21 al 22 de agosto del 2018. Para entonces el investigado ya había sido condenado por un delito de robo con fuerza, pero eso no le impidió acercarse a las instalaciones del campo de fútbol de la sociedad deportiva de Nogueira de Ramuín, en Luíntra, y causar destrozos que fueron valorados en 16.300 euros. Así, se sospecha que el ladrón, que tiene ahora 38 años, saltó una valla de más de dos metros de altura y rompió una de las puertas de acceso al vestuario utilizando un objeto contundente. Posteriormente, entró a la sala de calderas tras realizar un butrón en la uralita del tejado. Allí, el acusado habría extraído todo el cobre de la instalación de agua y calefacción, como el motor de agua, las ventanas de aluminio, un equipo de música, dos pantallas de ordenador y una batería de la máquina de cortar el césped. Ahí no acabó todo. Posteriormente el ladrón se habría colado en el bar del recinto deportivo tras romper una de las ventanas, si bien no consta que encontrara nada que pudiera robar. Las instalaciones, eso sí, quedaron muy dañadas.

Diez días después de aquello, en la madrugada del 1 al 2 de septiembre, I. B. habría vuelto a actuar. Acompañado esta vez de otro sospechoso que también tenía antecedentes a sus espaldas, se dirigieron a los puntos limpios de Castro Caldelas y Trives, forzando los candados de las entradas y llevándose diversas herramientas, además de numerosa chatarra que cargaron en una furgoneta. Horas después de eso, ya en la mañana del día 2, el padre de la mujer del presunto cabecilla los habría acompañado a él y a su cómplice hasta una chatarrería situada en el polígono industrial Barreiros, donde descargaron el material que habían sustraído. Lo vendieron, consiguiendo apenas 115 euros.

Fue poco, por tanto, el botín que lograron, pero la condena que podrían afrontar por sus actos será mucho más severa. Así lo solicita la Fiscalía de Ourense, que imputa a I. B. dos delitos de robo con fuerza, uno de ellos continuado, por los que solicita una condena de siete años de prisión. El reproche penal para el otro sospechoso, el cómplice, sería de cinco años, mientras que para el mayor de los tres se reclaman dos años de privación de libertad por encubrimiento.

A la vista estaban citados cerca de una veintena de testigos, entre ellos muchos agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso.