«Es un honor ser de la Guardia Real»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

MIGUEL VILLAR

El ourensano Luis Castro ha participado en las exhibiciones de estos días

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hay dos formas distintas de ingresar en la Guardia Real, pero lo principal que hay que tener es un espíritu de abnegación para con la patria», explica Luis Castro, capitán en un cuerpo que cuenta ya con más de quinientos años de historia y que es la más antigua de Europa. Por un lado, los civiles pueden presentarse a las vacantes que el Ministerio de Defensa convoca anualmente para cubrir las necesidades que van surgiendo en la escolta del Rey. Por otro, los profesionales que ya pertenecen a alguno de los tres ejércitos también pueden formar parte de la guardia solicitando las plazas especiales que para ellos se ofertan, dependiendo de cuántos se retiren o cambien de destino anualmente.

Castro nació en Ourense, en 1981, y se sintió desde una edad temprana atraído por el mundo militar y todo lo que lo rodea. Es uno de los siete integrantes procedentes de la provincia con los que cuenta el cuerpo. Se formó en Zaragoza, en la Academia General Militar para formar parte del Ejército de Tierra y, tras pasar por diversas unidades, recaló en el cuerpo que sirve al Jefe del Estado hasta alcanzar el rango de Capitán de Infantería.

Alrededor de 1.600 personas forman parte de la guardia encargada de velar por la protección de la Familia Real -que creó el monarca Fernando el Católico-, de las cuales cerca del 10 % son mujeres. Según Castro, el género femenino está totalmente integrado en el normal funcionamiento de la formación: como parte de las tropas, como sargentos o como capitanas. Atrás queda aquel 18 de junio de 1993 en el que juraron bandera, ante S.M. Juan Carlos I, en el Palacio de El Pardo, las primeras 17 mujeres que se incorporaron a la Guardia Real. Desde entonces la institución intenta adaptarse a los tiempos dando a conocer más el papel que desempeñan para el Estado y su Jefe. Fue con este objetivo con el que, en 2002, comenzaron a exhibirse por aquellas provincias en las que la presencia del Ejército es escasa o nula, como es el caso de Ourense. Xinzo de Limia, O Carballiño, Ribadavia, Celanova, O Barco de Valdeorras, Verín y la capital de provincia han sido el marco en el que han tenido lugar los pasacalles, las exhibiciones de movimientos floreados, los ejercicios de búsqueda subacuática y reflotamiento o las charlas en centros escolares que durante esta semana han realizado. Ayer, la Catedral se vistió de gala para recibir una ofrenda a San Martiño con una misa ceremoniosa en la que se abrió la puerta principal -por la que pocas veces los ourensanos pueden entrar- y se pudo disfrutar de la interpretación de un coro perteneciente a la Guardia Real.

«Tenemos unos cometidos muy delimitados y todos son para con la Familia Real: rendir honores -lo más vistoso- y dar apoyo a Su Majestad -lo que menos ve la sociedad-», cuenta el Capitán cuando se le pregunta por el papel que desempeña la institución de la que forma parte. Sin embargo, reconoce que en España se sabe poco de la labor que realiza este cuerpo. «La preparación y la instrucción que se requiere a alguien de la Guardia Real no se ve, pero es intensa y muy especializada», sopesa.

La institución es un mundo en sí misma. Hay cinco grupos principales: el de escoltas, el de apoyo, el de honores, el de logística y la unidad de música. Todos ellos están obligados a cumplir con un adiestramiento general y con uno más específico dependiendo del estacamento en el que estén ubicados. Los escoltas de moto, por ejemplo, deben superar un curso de 240 horas, sin contar la preparación diaria. Algo que aproxima un poco al nivel de profesionalización requerido.

Se trata de un cuerpo interejércitos, es decir, compuesto por profesionales del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire que se basan en la disciplina, la lealtad y la discrección como ejes centrales. «Es un honor pertenecer a la Guardia Real porque es un espacio reservado para los mejores», aclara Castro mientras enfatiza la minuciosidad con la que se selecciona a sus integrantes.

Hoy finaliza la visita de la institución a la provincia, que se cerrará con una jura de bandera en la Delegación de Defensa, a las 12.00 horas, y un desfile posterior por la Rúa Progreso -desde la Rúa do Baño hasta la praza do Alférez Provisional-.