La última cruzada del sindicalista

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

MIGUEL ASCÓN

Un histórico de los piquetes lucha ahora contra una dudosa multa de tráfico

11 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Adriano Brito es un histórico del sindicalismo. Está curtido en mil batallas en Valdeorras coincidiendo con una de las épocas más duras de las relaciones laborales en el sector de la pizarra. Ahora vive en la capital de Ourense, alejado ya de aquellos conflictos, pero Brito no ha perdido su beligerancia ante lo que él considera injusticias. Su última cruzada la ha librado contrala Policía Local ourensana por una multa. Según cuenta, su lucha tiene origen en la carrera popular que se celebró en Ourense el día 23 de octubre del año pasado. La prueba, que incluía la praza da Lexión en su recorrido, se disputaba en domingo y Adriano tenía el coche aparcado allí desde el jueves anterior. El viernes la Policía Local colocó las vallas para advertir del paso de la carrera a los vehículos ya aparcados y para impedir que los coches que llegasen pudiesen estacionar en esa zona. Esa misma noche, a las 23.10 horas le pusieron una multa de 200 euros y se llevaron el vehículo al depósito municipal, donde tuvo que pagar otros 82,50 euros para retirarlo.

Al no encontrar su coche, pensó que se había despistado y lo había dejado en otro lugar, pero algunos vecinos habían visto cómo se lo llevaba la grúa. Ahí comenzó la batalla de Adriano, que presentó todas las alegaciones que pudo y más. Documentó incluso la presencia de un coche que lleva aparcado en la zona unos tres años y que no fue retirado. Según cuentan los vecinos, tras las quejas de Adriano, ese vehículo también fue multado, pero únicamente por no disponer de seguro. De hecho, la grúa no se lo llevó.

Todas las alegaciones presentadas por el histórico sindicalista fueron rechazadas. La Policía Local argumenta que, cuando acotó la praza da Lexión, se elaboró una lista con los vehículos que ya estaban allí aparcados y entre ellos no estaba el de Adriano Brito. Aseguran, por tanto, que lo dejó con posterioridad a la colocación de las vallas, motivo por el que fue multado y el coche, retirado.

Desistió

Él lo niega, pero ha tenido que desistir por motivos de salud y económicos. «Se isto me pasara fai quince anos encadéome na comisaría da policía», asegura el sindicalista. Y, echando la vista al pasado, está claro que dice la verdad. Además de los piquetes conflictivos en los que participó en Valdeorras, por los que llegó a sentarse en varias ocasiones en el banquillo de los acusados, Brito también ha defendido sus propios intereses con beligerancia. Así ocurrió, por ejemplo, cuando dejó un piso alquilado en O Barco y la inmobiliaria no quiso devolverle la fianza. Ni corto ni perezoso, él se colocó con una gran pancarta frente al negocio. Su presión consiguió el objetivo y le pagaron las 42.000 pesetas que reclamaba. Ahora, sin embargo, ha tenido que pagar él la multa. Agotó todos los recursos administrativos posibles ante el Concello y solo le quedaría ir a los juzgados, pero no puede. «Non teño cuartos», resume Adriano, que cree que la sanción se debe a un error que los implicados no quisieron asumir y ante el que, según dice, respondieron protegiéndose los unos a los otros.

Protesta

No es la primera vez que Adriano Brito protesta enérgicamente por algo que él considera una injusticia. En el año 1998 se plantó frente a la inmobiliaria donde había alquilado un piso porque se iba y no le devolvían la fianza. Para reclamar el dinero, 42.000 pesetas, se colocó delante del negocio con una pancarta que acusaba a la inmobiliaria de estafar a sus clientes. Fue noticia y, finalmente, la empresa le pagó el dinero reclamado.