Dos menores de O Bolo dejan de ir a clase para reclamar una parada de bus en la aldea

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BOLO

Uno de los hermanos de Tuxe, en la marquesina de Outeiro
Uno de los hermanos de Tuxe, en la marquesina de Outeiro Cedida

En la actualidad, tienen que ir por un camino sin iluminación

11 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos alumnos del IES Cosme López de A Rúa de Valdeorras faltan desde ayer a clase en señal de protesta por no contar con servicio de transporte escolar desde la aldea en la que viven. Desde el inicio del curso —el primero que afrontan como vecinos de Tuxe, en el concello de O Bolo, tras haberse mudado desde Vigo— los chavales, de 13 y 15 años, tienen que caminar cerca de un kilómetro para llegar a la parada de Outeiro, donde les recoge el bus escolar. «El problema es que hay un tramo en el que no hay alumbrado entre un pueblo y el otro y los niños tienen que ir completamente a oscuras, porque a las 7.30 horas es totalmente de noche», cuenta su madre, Isabel Rodríguez. Es la hora a la que salen de casa para coger el transporte diez minutos más tarde.

Asegura que llevan desde el inicio del curso reclamando que el bus escolar haga una parada en la marquesina de Tuxe. «No pedimos que vengan a buscarlos a la puerta de casa, pero sí a la parada de la aldea, porque hasta ahí los niños pueden ir caminando por una zona completamente iluminada», remarca la progenitora. Dice que sus peticiones (que cuentan con el respaldo del alcalde, Manuel Corzo) no han sido atendidas por parte de la Consellería de Mobilidade, por lo que han decidido iniciar esta forma de protesta. «Los niños no volverán a clase mientras no se solucione la situación», avanza la madre, que confía en que la nueva medida de presión sirva para que la Xunta modifique la ruta del transporte escolar para que haga una parada en Tuxe antes de llegar a Outeiro. Defiende, además, que la marquesina de la aldea está en mejores condiciones para que los niños puedan esperar el bus en caso de ser necesario.

Rodríguez dice que cuando sus obligaciones laborales se lo permiten, acompaña a los niños hasta la parada. «Pero es que no hay ningún tipo de seguridad y los chavales tienen miedo. Incluso a mí me da respeto ir por esa zona de noche, porque no hay ni una sola luz», añade. Y remata: «Esto no es favorecer la vida en el rural».

Desde la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade explican que la ruta estaba diseñada desde antes de la llegada de los vecinos a la aldea —los dos hermanos son los dos únicos escolares que hay en Tuxe— y que si se cambia el recorrido hacia la otra marquesina se estaría perjudicando a otros alumnos que usan el mismo bus. Al menos de momento no está previsto cambio alguno sobre la situación actual de la ruta.