Hasta los bomberos fueron a ver a Pedro

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

O CARBALLIÑO

El exlíder del PSOE se dio un baño de masas en Ourense, donde también cenó y pasó la noche

16 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La seguridad de los asistentes al mitin que ofreció ayer Pedro Sánchez en Ourense corría peligro. Los 428 asientos del salón Marie Curie del Politécnico estaban ocupados quince minutos antes de comenzar el acto y poco a poco se llenaron todos los pasillos y quedaron bloqueadas las entradas y salidas. Un equipo de bomberos se desplazó hasta el lugar por si era necesario intervenir. El caso es que Sánchez no prendió fuego a nada; solo hizo arder los ánimos de sus seguidores, que aprovechaban para comprar merchandising y ya entonaban el «no es no» antes de que entrara en la sala. El exalcalde Agustín Fernández esperaba sentado en un pasillo y la exteniente de alcalde, Marga Martín, lucía camiseta con el lema «Soy roj@ y socialista». Había también muchos militantes llegados de otras provincias -destacaban por banderas y animación unos del Bierzo- y algunos utilizaron la espera para hacerse una foto con Eva Maldonado, la ourensana que inició a nivel estatal una recogida de firmas para exigir un congreso del PSOE. En su intervención, la diputada Rocío de Frutos tuvo también palabras de agradecimiento para ella.

La parlamentaria, una de las que mantuvo el no a Rajoy pese a las órdenes de su partido, estuvo permanentemente al lado del ex secretario general. Y, cuando salió junto a él a la sala, se desató la locura. También los acompañaban la secretaria general local, Carmen Rodríguez Dacosta, el portavoz municipal, José Ángel Vázquez Barquero y el alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, en un guiño de apoyo a este tras su relevo de la portavocía de la Diputación por su enfrentamiento con la dirección provincial, más próxima a Susana Díaz. Todos los citados intervinieron antes que Sánchez y, tras ellos, un grupo de jóvenes y de alcaldes hacían de fondo. Estaban todos los regidores o algún miembro de sus gobiernos con la única excepción de Amoeiro, O Carballiño y Castro Caldelas.

Finalmente, llegó el turno del ex secretario general, continuamente interrumpido por aplausos y gritos de apoyo del público, ante el que repitió las consignas de los últimos días. Respecto a Ourense, tuvo un recuerdo para el exalcalde ourensano Manuel Suárez Castro, fusilado en el año 1937, y, recogiendo un guante lanzado por Ignacio Gómez, dijo que limpiará España de corrupción «plantando cara al presidente de la Diputación, a Baltar».

Después del acto, que acabó con el puño en alto y cantando La Internacional, Sánchez fue a saludar a la gente que no consiguió entrar a la sala principal y que casi llenaba otra con la misma capacidad siguiendo su intervención a través de una pantalla. Más tarde, junto a 170 elegidos (previo pago de diez euros cada uno) se tomó unos pinchos en el Liceo y después hizo noche en un céntrico hotel de la ciudad.