María Jesús Nóvoa ultima la composición navideña que expondrá en el antiguo colegio de Maside
12 dic 2023 . Actualizado a las 04:47 h.En el colegio había hecho manualidades y no se le daban nada mal, así que María Jesús Nóvoa decidió probar a hacer su propio belén. Era una manera de pasar el rato. No tenía más intención que decorar con sus creaciones su propia casa, pero de repente una visita lo cambió todo. «Veu á casa unha das persoas que fai teatro na Casa Aberta e preguntoume onde comprara a maqueta, que lle gustaba moito, e cando lle contestei que a fixera eu díxome que aquilo había que expoñelo», recuerda María Jesús, que asegura que ella solo puso como condición que le prestasen el local para hacerlo. Un año después, su belén ocupó los 20 metros cuadrados del escenario del antiguo colegio de Maside, que es también conocido como Casa Aberta porque en ella realizan actividades varias asociaciones. De aquello hace nueve años y el belén no ha dejado de crecer. Tanto es así que ahora ocupa noventa metros, a lo largo del pasillo del edificio de dos plantas.
Ella se encarga de todo el trabajo en general. Con dos salvedades, los muñecos son comprados —«aínda que eu reformo algúns porque hai pouca variedade e así non se repiten tanto», confiesa—; y su marido, Eusebio, se encarga de pintar parte de las maquetas, así como de poner las luces. El resto es todo trabajo manual de María Jesús, que utiliza como materia prima fundamental el porexpán «porque é fácil de traballar». Y eso incluye desde los árboles a las jaimas del desierto, el pesebre, la montaña nevada o la maqueta de la iglesia de la Veracruz, que fue la novedad el año pasado. En esta ocasión, la artista ha querido rendir homenaje a las ferias y hay un puesto de quesos, otro de pan, no faltan la pescadería ni la frutería... ni, por supuesto, las pulpeiras. Hay varias: unas están cociendo el pulpo, otras con el gancho para cogerlos del caldero y otras están picando los rabos antes de servirlos. «Sendo unha feira do Carballiño estaba claro que non podían faltar», resalta Nóvoa.
El belén cambia cada año. Hay partes que desaparecen, otras que llegan nuevas e incluso las que repiten lo hacen en ubicaciones diferentes, lo que supone que cada Navidad hay una obra de arte distinta para ver. «Así aínda que a xente veña dous anos seguidos, non ve o mesmo», explica. Y eso provoca que haya auténticos fieles que no se lo pierden año cada diciembre.
El belén ya está instalado y en breve irán a verlo los escolares de Maside y los mayores de la residencia, aunque la inauguración oficial no será hasta el día 25. Desde Navidad hasta el 6 de enero puede visitarse en horario de 16.00 a 19.00 horas (la entrada es gratuita). El cierre es indicativo, «porque se hai xente, non queda ninguén fóra», cuenta María Jesús, que disfruta explicando los pormenores de su obra, aunque confiesa también que hay truquillos que no desvela. «Contesto a moitas cousas, pero hai segredos que non se contan», dice riendo. Todavía con la Navidad por llegar, María Jesús ya piensa en el año que viene. «Hai negocios de Maside, como a botica ou a perruquería; tamén fixen as viñas do Ribeiro e agora levo dous anos centrada no Carballiño, teño que pensar a que localidade llo vou dedicar», dice.