La cooperativa de O Irixo conmemora la efemérides con misa y comida popular
10 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En 1965 Antonio González Bernárdez regresaba a Loureiro como el hijo pródigo. Empezó a ejercer el sacerdocio en Os Blancos y luego se fue para Lamas (Leiro). Acabó siendo el cura de su parroquia natal porque sus vecinos se fueron al obispado para reclamar que lo destinasen a su pueblo. Y ahí sigue, con seis décadas de oficios religiosos a sus espaldas y con la vocación indiscutible de líder y referente para los vecinos de Loureiro y del resto de las parroquias de O Irixo.
Hoy será el protagonista, por más que siga huyendo de los objetivos y trate de escapar de los focos, y por derecho propio. En 1966, junto a los vecinos de la parroquia, ponía en marcha la Cooperativa Santa Mariña de Loureiro. Aquel cura joven que estaba vinculado al llamado Movimiento Rural Católico y que consiguió el apoyo de la iglesia alemana para desarrollar su proyecto sigue al pie del cañón, con la iglesia y la cooperativa como sus referencias inexcusables a sus 84 años.
Mirando atrás recuerda aquellos años el único de los fundadores de la Cooperativa de Loureiro que sigue vivo: «Daquela España estaba considerado un país pobre e o noso foi o último dos proxectos que conseguiu axudas da iglesia alemá: 5,5 millóns de pesetas da época. Ao pouco, ala polo 1970 ou así, metínme a construir o almacén; custaba 500.000 pesetas e o meu soldo era de 700 pesetas ao mes», recuerda Antonio González.
La cooperativa es de la parroquia y desde la idea primigenia, la venta de leche fresca del día -que se sigue realizando en sus conocidas bolsas de plástico-, se fue ampliando: «Mantemos a venda de leite, aínda que o maior volume de produción é o que se centra nos derivados lácteos. Queixo, iogur, quefir e requeixo son as nosas principais elaboracións», recuerda el promotor de Santa Mariña de Loureiro.
Defensor a ultranza de los productos ecológicos y naturales, de su mano la firma de O Irixo fue la primera que elaboró el kéfir en Galicia.
Antonio González Bernárdez mantiene vivos sus ideales -el de aquellos curas a los que algunos tildaban de comunistas por lo que predicaban en el púlpito- y la filosofía de entonces: «Nós queríamos promover persoas, é dicir, apostar pola educación integral no sentido cristián e potenciando a liberdade», recuerda. Loureiro ha sufrido como todas las parroquias del rural ourensano la emigración y el despoblamiento, aunque gracias a la cooperativa el impacto no fue tan brutal. Y la unidad y el espíritu comunitario son sus señales de identidad, como se demostró en la lucha contra el proyecto de la llamada «Sogama do Sur».
Presencia del obispo
Con una misa en la que participa el obispo -12.30 horas- y una comida, todo en la explanada de la firma, la cooperativa que preside Ana Belén García y que cuenta con el apoyo del único fundador vivo celebra hoy sus 50 años de historia y los 60 de sacerdocio de Antonio González Bernárdez.