La estancia de tres meses en Cuba de tres integrantes del colectivo cultural Espacio Matrioska, con sede en Os Blancos, generará una exposición y un libro de relatos dentro del denominado proyecto Cruda. El objetivo de la visita era visibilizar el concepto de los cubanos sobre los objetos y su forma de entender la artesanía.
«Hablamos de objetos que no son de usar y tirar. Nos interesa la artesanía como proceso de creación de un objeto útil y original, no como una artesanía elitista o esteticista», resume Ana Martín Salve, una de las protagonistas de esta propuesta cultural. Una de las conclusiones de estos artistas es que «allí existe una estética de aquello que ha sido diseñado de manera funcional».
Daniel Constain y Julia San Millán fueron sus compañeros de viaje. El motivo por el que eligieron este país es la peculiaridad de la condición política de Cuba. La gran diferencia entre el concepto del objeto de la sociedad cubana y la europea u occidental es «su contexto económico y político». «Ellos han convertido al objeto y al condicionamiento que este ejerce en la sociedad en algo diferente. Queremos analizar esto y extrapolarlo a la sociedad occidental en la que vivimos», dice Martín.
La intención del proyecto Cruda es recopilar y analizar las dinámicas relacionadas con la creación artesanal del objeto, los espacios y los contextos cubanos. La iniciativa busca reflexionar sobre el concepto de artesanía y sobre el consumo en los diferentes tipos de sociedad.
Por otra parte, Matrioska conocerá el próximo día 28 si gana un certamen estatal de gestión cultural en Madrid al que optan 18 colectivos de todo el país.