El presidente y el AVE

José J. Vázquez TIRALÍNEAS

OURENSE CIUDAD

12 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Núñez Feijoo demuestra un día sí y otro también que su arribada a la presidencia de la Xunta de Galicia no ha sido por casualidad. Allí donde todos patinan, donde pierden los papeles y no encuentran el norte, nuestro presidente se mueve con una tranquilidad pasmosa y asombrosa seguridad. Cuando todos hablan del retraso con el que el AVE llegará a Galicia y reclaman una variante nueva entre Taboadela y Ourense, un pragmático Feijoo, demostrando una vez más sus innatas cualidades de mando, da un paso al frente, reconoce errores pasados no achacados precisamente a él ni a su gestión, y exige a Madrid la celeridad prometida y nunca cumplida. Pero nuestro presidente va más allá, y para evitar argumentos o razonamientos que pudieran esgrimir desde la capital del reino para retrasar una vez más la llegada del AVE a Galicia, aparca temporalmente, aunque ello le suponga tener que enfrentarse a la oposición y a gente de su propio partido, algunas de sus exigencias. El nuevo tramo entre Taboadela y Ourense, así como la macroestación de Foster y Cabanelas, pueden esperar, pero la llegada del AVE a Galicia no; nuestro presidente lo sabe y lo siente, como todos aquellos a los que nos preocupa más Galicia que las siglas de nuestro partido. Alberto Núñez Feijoo, militante y presidente del PP gallego, es además, también y sobre todo, el presidente de todos los gallegos y una vez más, y como siempre, ha estado a la altura de su cargo. Bravo presidente.