La empresa de limpieza dejó de ingresar 1,4 millones desde el cambio de gobierno

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El Concello le retuvo pagos por falta de medios técnicos y por incumplimientos

15 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El contrato de la basura y la limpieza viaria es el más suculento de todos los que tiene el Concello de Ourense. Supone un gasto que ronda los diez millones de euros anuales. Al menos sobre el papel, ya que la realidad es algo distinta. Según confirmaron fuentes municipales, el Concello de Ourense castiga los incumplimientos del pliego de condiciones por parte de la empresa concesionaria, Ecourense, restándole cantidades de forma mensual por no ajustarse al pie de la letra a lo que marca el contrato.

Desde que llegó el Partido Popular al poder en la ciudad de Ourense la concesionaria ha dejado de ingresar 1,4 millones. La principal partida es de 1.264,634 euros por no ajustarse a lo marcado. Según las mismas fuentes, en la mayoría de los casos el descuento en la factura a abonar a Ecourense no significa que no realice el servicio que tenía obligación de ejecutar, sino que no lo hace de la manera que estaba recogida en el plan de trabajo aprobado, con lo que el resultado es el mismo y se le descuenta la cantidad. En otras ocasiones, precisan desde la Concellería de Limpeza, los cambios en el plan de trabajo se producen por peticiones vecinales o por situaciones climatológicas -por ejemplo si el río está alto no se pueden limpiar las zonas termales- y todo ello se comprueba con los partes de trabajo diarios, que son los que marcan lo que la empresa tiene derecho a recibir finalmente.

Este escenario de recortes en los pagos a la concesionaria provoca un conflicto de intereses entre la administración pública y la empresa, que en ocasiones no está de acuerdo con el criterio municipal y lleva al juzgado las liquidaciones para que sean interpretadas por la administración judicial.

A mayores de los descuentos por deficiencias en el cumplimiento de lo establecido en el contrato, el Concello de Ourense aplica una deducción por medios técnicos no disponibles, pese a que se habían incluido dentro de la oferta que hizo a Ecourense llevarse el contrato de la limpieza y la recogida de basura en Ourense. Esta decisión viene heredada del anterior gobierno socialista, toda vez que se tomó en un acuerdo de la Junta de Gobierno Local del 22 de noviembre del año 2012. Esta medida se traduce en que se le retrae mensualmente una partida de 10.459,19 euros. Es decir, cerca de 190.000 euros desde junio del 2015, momento en el que el gobierno de Jesús Vázquez tomó el control de la ciudad.

Otro capítulo abierto es el que se refiere a los expedientes sancionadores. En una junta de gobierno del pasado mes de febrero se tramitó una multa de 6.000 euros a la concesionaria por la limpieza de unos terrenos en los que había cierta controversia sobre quién tenía que asumir el mantenimiento. La semana pasada el gobierno local también reabrió el expediente sancionador por los dos casos de legionela que se detectaron a finales del 2015. El proceso caducó ante las críticas de la oposición -el PSOE incluso llegó a pedir la dimisión del concejal de Limpieza, José Araújo- y ahora se espera la decisión municipal, toda vez que ya concluyó la comisión de investigación con unas conclusiones que no dejan en buen lugar a la empresa, a la que se le culpa de «mala planificación en prevención e desinfección dos vehículos, así como das súas instalacións por parte da empresa». También se considera que existió «falta de transparencia por parte da empresa na entrega da documentación e información ao Concello de Ourense».

La negociación del convenio laboral, en punto muerto

La negociación del convenio colectivo de los trabajadores de la empresa concesionaria de la limpieza se encuentra en punto muerto. Así lo aseguraron a La Voz fuentes del comité de empresa, que llevan sin un convenio desde el 31 de diciembre del 2015. En la junta de área de Medio Ambiente, el concejal José Araújo explicó a la oposición la postura del gobierno local, que pasa por el momento por escuchar a las partes y por no interferir en las negociaciones al tratarse «dun tema entre unha empresa e os seus traballadores». Desde el comité de empresa consideran que la concesionaria quiere acabar con el convenio que regía a los trabajadores y empeorar las condiciones de parte de la plantilla.