Acude todos los miércoles al aparcamiento del parque botánico para ensayar
16 mar 2017 . Actualizado a las 13:25 h.A veces es importante pararse. Escuchar y mirar alrededor. Así se encuentran muchos protagonistas. Anónimos que tienen algo que decir o, por lo menos, que cambian la monotonía con pequeños destellos. Eso lo hace Manuel Piñeiro Rey todos los miércoles en Montealegre. En lo alto de la ciudad y rodeado de naturaleza. Seguro que más de uno se lo ha cruzado o ha pasado con el coche ante él, sin percatarse. Es trompetista y todas las semanas reserva un día para subir hasta el aparcamiento exterior del parque botánico para ensayar. Llueva o salga el sol. En cualquier estación del año coloca perfectamente el atril y las partituras bajo una caseta resguardada. Y ensaya.
Es ourensano y ofrece clases particulares de trompeta. «Eu practico aquí dende hai bastante tempo, tres ou catro anos», explica. Seguro que entre compás y compás ha visto crecer y formarse el parque botánico, aunque la concentración es máxima y la vida pasa mientras él revisa la partitura. «Gustoume o sitio, é moi bonito e estou en contacto coa natureza. Ademais non molesto a ninguén, estou a cuberto cando chove e queda preto de Ourense», relata. Explica que mucha de la gente que lo ve se queda un rato mirando, pero que nadie le pregunta nada: «Moitas persoas miran estrañadas, pero nunca me dixeron nada. Supoño que porque non molestamos», afirma.
Ensaya de vez en cuando en casa pero, asegura, el instrumento no suena igual porque tiene que poner una sordina para no molestar a los vecinos, a pesar que la ordenanza permite tocar hasta las ocho de la tarde en los pisos. «A sordina absorbe o son. E para nós non é o mesmo», relata. Suele practicar métodos de trompetas, el conocido como Arban, un sistema pedagógico para los estudiantes de trompeta, corneta y otros instrumentos de viento-metal con pistones. Practica ligaduras (línea curva que une dos notas), escalas, ornamentos y posiciones de la lengua. Una y otra vez. Por eso a veces el sonido puede parecer monótono para aquellos que lo escuchan, aunque sea indispensable para los músicos. Además de dar clases particulares, Manuel Rey Piñeiro forma parte de la orquesta ourensana Bambolea desde hace dos años.
De vez en cuando acude al lugar con sus alumnos. En esta ocasión en Montealegre le acompaña Adrián Menor Grande, estudiante de sexto curso de trompeta. Con él repite y repite el método. Ensayan sin parar y sin percatarse de los coches que pasan por la carretera.
Hace alrededor de un mes que Adrián sube hasta Montealegre con su maestro para ensayar. «Está muy bien, suena mucho mejor que en casa», afirma. Ha decidido dedicarse profesionalmente a la música y eso requiere muchas horas de ensayos.
Al igual que Manuel, pertenece también a un grupo ourensano, la charanga Europa.
Manuel Rey tiene más alumnos ourensanos de trompeta pero son de niveles inferiores. «Con eles facemos cousas sinxelas e practicamos na casa con sordina, pero Adrián ten un nivel máis alto e necesitamos facelo doutra maneira», explica.
Subraya que la sonoridad al aire libre y en plena naturaleza es bastante diferente. No solo por estar en el exterior, sin los ruidos propios de la ciudad, sino porque bajo la zona de resguardo, con una pared de piedra, el eco es diferente. Sube a primera hora de la mañana y al mediodía se retira. Guarda la trompeta y las partituras, pliega el atril y lo mete en el coche. Hasta el próximo miércoles.
en primera persona
Manuel Rey Piñeiro empezó a ensayar en el aparcamiento exterior del parque botánico de Montealegre hace más de tres años. Es profesor de trompeta y todas las semanas practica el instrumento al aire libre