Desde la provincia se tramitaron 169 quejas, un 0,26 % del total de Galicia
29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ocurrió en el año 2015 y ha vuelto a pasar en el 2016. Ourense es la provincia menos reivindicativa de Galicia. Así se desprende, al menos, del informe entregado al Parlamento gallego esta semana por Milagros Otero, la máxima responsable de la institución del Valedor do Pobo. De las casi 65.000 quejas recibidas por la entidad, solo 169 salieron de la provincia ourensana, es decir, un 0,26 %. Ourense no sale mejor parada del análisis del número de reclamaciones por cada 10.000 habitantes: 5,66 frente a las 11,73 de Lugo, las 115,89 de A Coruña o las 541,66 de Pontevedra.
La explicación hay que buscarla en el hecho de que determinadas reivindicaciones de otras provincias se canalizaron a través de envíos en masa de quejas al Valedor do Pobo y no ocurrió así en Ourense. Así, entre las siete ciudades gallegas destacan las de Vigo (50.469 reclamaciones) y Santiago (11.498). Desde la primera se promovieron unas relacionadas con la petición para la reapertura del hospital Meixoeiro en los servicios de urgencias y quirófanos y desde Compostela, contra el traslado de los trabajadores del 112 y el 061 al concello de A Estrada.
Así las cosas, sin grandes reivindicaciones colectivas, de la ciudad de Ourense salieron el año pasado 100 reclamaciones, muchas menos que las de las urbes citadas. También superan a la capital ourensana A Coruña (837) y Pontevedra (271). Quedan por debajo Lugo (63) y Ferrol (68).
Estos datos se refieren al lugar de origen de la quejas, no necesariamente a que estén dirigidas a la actuación de los ayuntamientos de donde provienen; en muchas ocasiones hacen referencia a problemas que son competencia de otras Administraciones, especialmente la Xunta. En lo que respecta a las que sí tienen directamente que ver con la gestión de los concellos, el que más reclamaciones recibió en la provincia a lo largo del año pasado fue el de Ourense (18). El siguiente con más quejas fue el de O Carballiño (6).
La actividad de la institución del Valedor do Pobo sirve de termómetro para comprobar la colaboración de los ayuntamientos con sus comprobaciones. «Os poderes públicos de Galicia están obrigados a prestar a axuda e a colaboración que lles sexan demandados polo Valedor do Pobo nas súas actuacións. No caso de que exista a desatención grave coa institución, a lei establece a posibilidade de declaralos hostís ou entorpecedores para co labor da defensoría», recuerda el informe dado a conocer esta semana. En ese sentido, cabe destacar que la valedora tuvo que insistir en varias ocasiones para conseguir la información solicitada a los concellos de A Bola, Vilardevós, Amoeiro y Ourense. En los dos últimos casos, según precisa el documento, las advertencias de Milagros Otero tuvieron que ser «máis contundentes».