El obispado invita a los laicos a opinar y decidir sobre el futuro de la diócesis

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Está en marcha el sínodo con el que se pretende renovar la pastoral ourensana

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El último sínodo ourensano se celebró en 1908, hace más de un siglo. Se abre ahora una nueva etapa para la puesta en marcha de una serie de encuentros que permitan que el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, pueda escuchar qué es lo que esperan y necesitan de la diócesis los ourensanos. Será el nuevo sínodo, el camino que a partir del 2019 se fijará el obispado. «Estamos en un cambio de época y nuestros ciudadanos nos piden más. Es una etapa en la que debemos abrirnos a la sociedad y estar atentos a los que nos pide la gente», destacó Lemos Montanet. La única manera de hacerlo es conocer las necesidades de primera mano. Por eso invitan a los laicos a que se unan al obispo, sacerdotes y religiosos para formar grupos de trabajo, equipos sinodales, que propongan aquellos temas que consideran importantes. Hasta la fecha, cerca de dos mil personas ya se han inscrito para participar, presentando un total de 3.500 propuestas de toda clase. Pero el Obispado espera que el número aumente para que el resultado sea plural y refleje fielmente aquellos temas que preocupan a la sociedad. Entre los asuntos que ya han sido propuestos por los fieles se encuentran la necesidad de un cambio en la catequesis de niños, jóvenes y adultos, en el papel de la mujer en la iglesia o en cómo llegar a los jóvenes. La inscripción para incorporarse a los grupos sigue abierta. Estos se reunirán mensualmente para debatir los temas que proponga el obispo una vez que se conozcan los resultados de la consulta. Las proposiciones aprobadas por la mayoría del grupo serán enviadas a la asamblea arciprestal que a su vez hará una criba que debatirá la asamblea sinodal, que es el sínodo propiamente dicho, en el que participarán sacerdotes, personas de la vida consagrada y laicos, en una cifra no menor de 225 personas. «Queremos tomar el pulso de lo que piensa la gente de la Iglesia. Nuestros laicos y sus decisiones deben estar presentes», afirmó ayer el obispo de Ourense. De forma paralela, se ha puesto en marcha un estudios sociopastoral para visibilizar la realidad de cada parroquia, no solo desde el punto de vista religioso, sino también social y económico para conocer sus necesidades. Para medir la importancia de este trabajo hay que recordar que en Ourense existen 735 parroquias. También se ha editado un cómic, que está colgado en la web del obispado, para acercar el sínodo a los menores de 16 años en las aulas de los colegios. Pilar Balvís delegada de infancia del obispado fue tajante: «É o momento de participar, de que fale a xente que non está dacordo con moitas cousas».

«Este estudio va a ser sumamente importante para nosotros pero también para toda la sociedad ourensana», subrayó Leonardo Lemos Montanet.

«Antes a sociedade obrigaba a ir a misa os domingos e agora hai que dar razóns para facelo»

Néstor Álvarez es el secretario general del sínodo y la persona que hasta la fecha está recogiendo la información que llega de los participantes. La respuesta mayoritaria, por el momento, proviene del rural ourensano. En la ciudad ya hay inscritas 722 personas para formar parte de los grupos sinodales y la villa más activa es Celanova con 299, hasta la fecha. La mayor parte de personas que respondieron a la consulta son mayores de 65 años y es la educación en la fe lo que más les preocupa. «A xente maior está preocupada porque os seus fillos e netos non van a misa. E eles non saben como responder. Antes a sociedade obrigaba a ir os domingos e agora hai que dar razóns para facelo», explica Néstor Álvarez. Afirma que ni ellos mismos saben a veces por qué sucede esto. «A cadea de transmisión da fe rompeu. ¿Como facemos para recuperala?», se pregunta. Por eso la participación de la sociedad en el sínodo será indispensable. «No es solo un sondaje sobre temas religiosos. Lo interesante es que queremos conocer cuál es la situación de las pequeñas parroquias y villas. El objetivo es ayudar a la gente», subrayó el obispo de Ourense.