Recibe 46.000 euros por perder un testículo tras sufrir una agresión

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El condenado cumplirá una pena de tres años de cárcel por una patada a la víctima

19 may 2017 . Actualizado a las 08:01 h.

Tres años de prisión y 47.000 euros a pagar en concepto de indemnización es la condena que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha impuesto a un hombre que propinó una patada en los testículos a otro y que, como consecuencia, le produjo la pérdida de uno de ellos. Además -y aunque cabe la opción de presentar un recurso de casación-, el acusado deberá hacer frente a las costas procesales y pagar al Sergas 3.000 euros por los gastos médicos derivados de su agresión a la víctima. La sentencia ha rebajado a la mitad la petición de la acusación particular en la que se reclamaban seis años de cárcel y 73.000 euros de indemnización para su cliente.

Todo sucedió el 26 de julio de 2015, alrededor de las doce y media del mediodía, en la carretera de San Esteban de Vilamoure, en Punxín. La víctima circulaba con su furgoneta cuando se topó con un vecino que caminaba acompañado de dos perros, que iban sin correa, a los que tuvo que esquivar realizando una maniobra con su vehículo. Según declaró en la sesión oral del juicio el demandante, el acusado -conocido por su actividad en plataformas de defensa de animales y que ya le había recriminado en anteriores ocasiones que circulaba demasiado rápido- le dio un golpe a la furgoneta, en la parte trasera, con una raqueta de plástico que llevaba en la mano. Acto seguido, el conductor se bajó y se encaró con el propietario de los perros reprochándole su comportamiento, a lo que éste respondió con una patada en sus partes íntimas.

Durante el juicio, tanto el ministerio fiscal como el abogado de la acusación destacaron la imprudencia del procesado por llevar a los animales sin ningún tipo de sujeción y la gravedad de su reacción puesto que se trata de una persona que conoce artes marciales y que sabía perfectamente dónde y cómo golpear causando daños. Sin embargo, la Audiencia ha considerado en su escrito que, si bien es cierto que están documentados los datos referidos sobre su experiencia practicando este tipo de deportes, «no consta en modo alguno la influencia de tal técnica deportiva en la agresión, causándole el resultado por una fuerte patada que, como tal, puede ser dada por cualquier persona». Por este motivo ha desestimado tener en cuenta el agravante de un posible abuso de superioridad. Lo que sí quedó claro respecto a la patada, según la médico forense que testificó en el juicio, es que tuvo que ser bastante fuerte para desencadenar la rotura de la bolsa testicular y que, aunque la diferencia de edad entre el acusado (64 años) y la víctima (21 años) es significativa, ambos son altos y corpulentos.

Tampoco han tenido en cuenta los magistrados la atenuante de reparación del daño que solicitó la defensa por haber pedido su cliente disculpas a la víctima dado que no fue por iniciativa propia ya que, además, el encausado califica los hechos como de un «desgraciado accidente» y no llevó a cabo ninguna reparación económica. En esta línea, la sentencia afirma que, con todo lo mencionado anteriormente, «mal puede verse reparada o siquiera mínimamente reconfortada la víctima desde una perspectiva simbólica».

El perjudicado -que conserva sus funciones exocrinas y endocrinas pese a sufrir la extirpación del testículo izquierdo- tuvo que someterse a una intervención quirúrgica y permanecer tres días hospitalizado, así como otros doce durante los cuales estuvo impedido para llevar a cabo las actividades que acostumbra en su día a día.