«Lucharé para que el peso de la justicia caiga sobre piloto y copiloto»

Los familiares de la mujer que en la madrugada del lunes fue atropellada en la calle Progreso de la capital por un conductor que casi cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida no entienden cómo la jueza pudo dejar en libertad al causante del accidente que mantiene a la víctima, de 55 años, en estado muy grave en la servicio de reanimación del CHUO.

El atropello ocurrió cuando su hermana se bajaba del coche para ir a su casa, muy próxima. «Ella no conducía, ni tiene carné. Ya se había bajado del coche y el chico con el que venía estaba esperando que pasara delante para ver que entraba en su casa. Sintió un golpazo, vio volar a mi hermana por los aires y el causante siguió rompiendo coches y, según parece, aparcó y se metió en un bar a pedir un agua. Bajó su acompañante del vehículo, que también se dio a la fuga sin ayudar a la herida, le dijo lo que le tenía que contar a la policía y se fue», explica Puri.

La hermana comenzó a buscar información de lo ocurrido en la tarde del lunes. Afirma que le resulta difícil entender una ley que permite que quede en libertad una persona que acaba de dejar a otra malherida y con riesgo para su vida por lo que está dispuesta a luchar para que «el peso de la justicia recaiga sobre el piloto y el copiloto». Por ello ya se puso en contacto con un abogado para defender los intereses de su hermana, esperando que se recupere de este difícil trance. No quiere que ocurra lo mismo que con el fallecimiento de su hermano, un policía que murió atropellado cuando tenía treinta años y cuya esposa «casi tuvo que pagar» tras su muerte. Está dispuesta a moverse desde el primer momento pese al dolor y la rabia que siente y a luchar por conseguir un mayor amparo legal para estos casos. La policía le dice que ese trabajo lo harán ellos, pero ella está decidida a hacer todo lo que esté en su mano.

Puri Salgado supo, por lo que le dijeron en el bar, que el conductor salió a aparcar de nuevo su coche y luego se metió en el baño, tardando en salir. Creen que también se enfrentó a la policía y se resistió a hacer la prueba de alcoholemia, aunque en el informe policial no se recoge, apunta José Ramón Estévez, cuñado de la víctima.

Los familiares sospechan que, además de bebido, el conductor debía a ir a una velocidad alta para causar tales lesiones a la víctima. «Ella llegó casi muerta a la residencia. Debía venir como un cohete para romperla como la rompió. Mi hermana está al límite. Mi teoría es que paró a tomar a la última y no vería a mi hermana ni a nadie. Con esa tasa de alcohol (0,91 mg) los reflejos no son los mismos», manifiesta Puri Salgado. Ella recibió a las seis de la mañana la visita de los policías locales, que buscaban a los familiares. Agradece, no obstante, que no se lo comunicaran entonces a su madre, ya mayor.

La hermana y el cuñado también reclaman que el Ayuntamiento de Ourense instale radares o cámaras para vigilar estas situaciones y multar. También piden que se aporten las grabaciones que pueda haber de esa noche en la que pueda verse al vehículo causante circulando.

Temen que el conductor, al que ya le habían retirado el carné dos veces por delitos de tráfico, pueda volver a coger el coche al ver que no ha tenido consecuencias. «Pedimos que lo denuncien si lo ven. Es un delincuente. Si no se toman medidas con un caso de este calibre, ante un reincidente, ¿cuándo las van a tomar?», se preguntan.

Atropellan en la calle Pena Trevinca a una peatona que cruzaba por un paso

Una mujer de 49 años, que cruzaba por un paso de peatones no regulado por semáforo a la altura del número 37 de la calle Pena Trevinca, resultó atropellada ayer por la mañana. Un vehículo Ford Focus que conducía un hombre mayor en sentido Emilia Pardo Bazán la arrolló a las 10.12 horas de la mañana, informó la Policía Local. La víctima fue trasladada en ambulancia al CHUO, con pronóstico reservado. Este atropello eleva a cuatro casos los ocurridos esta semana en la ciudad.

Este punto fue uno de los catalogados como peligrosos en la reciente campaña de concienciación realizada por Stop Accidentes en colaboración con el Concello de Ourense. Detectaron que en esa zona hay mucho tránsito peatonal para cruzar a un supermercado y que hay problemas de visibilidad por las dobles filas que se montan.

La noticia de este atropello suscitó un intenso debate en las redes sobre la conducta de los conductores y de los peatones. Comentaron que muchas veces no paran los coches en sentido descendente. Maricarmen Muñiz apuntó que en ese mismo paso de peatones su hija sufrió un atropello el 3 de febrero, a las nueve de la noche. Llovía mucho y la chica cruzaba hacia el súper cuando fue alcanzada en el paso por un vehículo conducido por un señor mayor. El atropello le causó varias fracturas -clavícula, pelvis- a la estudiante. «Al día siguiente, cruzamos mi hija mayor y yo y tuvimos que pararnos a la mitad porque, si no, nos lleva por delante una conductora que no paró. Que pongan lombos como en Pontevedra», pedía.

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