«Los autocaravanistas somos muy bien recibidos en Francia y Alemania»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Alvaro Vaquero

De los viajes realizados en 34 años se queda con sus visitas a Cabo Norte y la Alsacia

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Antonio Ocón Villalón (Ourense, 1955) lleva un año jubilado. Fue visitador médico durante 37 años y asegura que, aunque echa de menos a sus compañeros, su agenda echa casi más humo que cuando trabajaba. «Suele decirse que los jubilados no tenemos tiempo para nada y es verdad. Me gusta mucho la fotografía. Hice tres cursos en el último año y tengo muchas aficiones. Me encanta, por ejemplo, la informática y luego viajo en autocaravana. No viajo más, porque mi mujer todavía trabaja (risas)», explica sentado de manera confortable en un vehículo al que no le falta detalle y con aire acondicionado que es algo así como un oasis en O Tinteiro en plena ola de calor.

De su vida profesional, Ocón Villalón se queda con las relaciones sociales. «La de visitador médico es una profesión grata, que tiene sus cosas buenas y malas. La gente de fuera suele ver solo las buenas y los que estamos dentro, solo las malas».

Desde que se jubiló hace un año tiene más tiempo para dedicarle a su gran pasión: los viajes. Y es que la relación de este ourensano con el campismo viene de lejos. «Llevó haciéndolo desde hace 34 años. En mis tiempos jóvenes estuve en los campamentos de verano de la OJE, que era lo que había y siempre me gustó. Empecé con dos caravanas y ahora tengo una autocaravana», explica. Llegados a este punto, Juan Antonio Ocón quiere hacer un inciso: «La gente ajena a este mundo se hace un lío entre la caravana y la autocaravana. La primera es arrastrada por un coche y, por tanto, es un vehículo articulo. La segunda es un vehículo integral y tiene su autonomía propia y es más apropiada para hacer muchos viajes. La caravana se asocia más a tenerla como base del desplazamiento en un cámping».

Juan Antonio realiza un par de viajes largos al año, uno en invierno en torno al puente de la Constitución, y otro en verano. Además de salidas puntuales con la asociación de autocaravanistas Afilador, de la que actualmente es presidente: «Somos un grupo de amigos, que no tenemos más pretensiones porque en Galicia ya hay asociaciones grandes. Nosotros la usamos para salir en plan amiguetes. Actualmente somos unos 16 asociados». En los grandes viajes siempre va acompañada por su mujer. En su casa motorizada han recorrido toda Europa. Le cuesta quedarse con un solo viaje de todas las experiencias vividas: «El mítico de los autocaravanistas y de los moteros es llegar al cabo Norte, la parte más lejos a la que puedes ir de Europa. Fui dos veces, 2000 y 2004, y la verdad es que es precioso. Los fiordos son espectaculares». Tampoco quiere dejar fuera en esta lista destinos como Marruecos o París. Sin embargo, si hay un destino fetiche es el que hace durante los inviernos: «Llevo siete viajes a la Alsacia. De su experiencia por Europa, destaca el buen concepto que se tiene fuera de España de los autocaravanistas: «En Francia, Alemania o Italia somos muy bien recibidos». Lamenta que aquí todavía haya muchos clichés sobre este tipo de viajeros. «Tú ves a una persona salir de un club náutico y son unos señores, y mes ves salir a mí de la autocaravana y piensas lo contrario, cuando a lo mejor mi vehículo vale el doble que su lancha».

«No hay más que ver la de turistas en Outariz y Tinteiro. El potencial es tremendo»

La ciudad de Ourense carece de un área municipal para que las autocaravanas hagan noche durante sus estancias en territorio ourensano. A la espera de que se desbloquee la situación, los autocaravanistas se buscan la vida en las riberas del Miño. «Ourense tiene un potencial tremendo. No hay más que ver Outariz y O Tinteiro. En Semana Santa había más de 100 vehículos. Si gastan cincuenta euros diarios, imagínate los ingresos que suponen para la ciudad», explica Juan Antonio Ocón. A la hora de buscar motivos que expliquen ese tirón de visitantes en autocaravana, el presidente de la asociación Afilador lo tiene claro: «Ourense le da mucho a este perfil de turista, porque nos gusta mucho la naturaleza y el patrimonio. Es una ciudad muy atractiva, pero a la gente hay que darle facilidades y no ponerle trabas».

Su experiencia de más de tres décadas realizando viajes por toda Europa hacen que su voz esté más que autorizada para dar un consejo sobre la ubicación ideal de esa ansiada área de autocaravanas. «Yo le diría a las autoridades que el sitio tiene que ser lo más céntrico posible. En una zona donde haya población y desde donde se pueda llegar fácilmente al centro urbano. O Couto o San Francisco son espacios idóneos. Sino que haya un buen servicio de transporte público, como puede ser el caso de O Pino o Mariñamansa», apunta.

Lo que tiene claro Juan Antonio Ocón es que Ourense debe subirse rápido al carro para atraer más a este tipo de turismo: «En Galicia hay muchas áreas. Está sucediendo que ayuntamientos que las rechazaban, ahora al ver el éxito que tienen en municipios limítrofes se están animando a montarlas»