La expedición SOS Ternópil Galitzia entró en Ucrania para poder recoger a los refugiados

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Algunos de los pequeños refugiados que viajan con SOS Ternópil Galitzia se olvidan por unos momentos de la guerra en un parque de la frontera polaca
Algunos de los pequeños refugiados que viajan con SOS Ternópil Galitzia se olvidan por unos momentos de la guerra en un parque de la frontera polaca cedida

La comitiva ya inició el regreso a Ourense donde llegarán el sábado con las 96 personas que serán acogidas en el Seminario Menor y los concellos de Trives y San Xoán de Río

06 may 2023 . Actualizado a las 15:11 h.

Sabían que no sería un viaje fácil, pero los integrantes de la expedición de ayuda a Ucrania SOS Ternópil Galitzia han tenido que luchar contra muchas más dificultades de las previstas para lograr su objetivo de entregar ayuda humanitaria en la frontera polaca y regresar con 96 refugiados de vuelta a Ourense. De hecho, el primer retraso de los dos autobuses que integraban el convoy lo sufrieron en París, donde quedaron atrapados en un atasco durante más de seis horas a las que sumaron otra demora poco después de reiniciar la ruta por un inoportuno pinchazo que les obligó a buscar un taller que pudiese hacer la reparación.

Pero todo esto fueron pequeños inconvenientes comparados con la peripecia vivida para conseguir que las personas que les esperaban pudiesen finalmente sentirse a salvo dentro de eso dos autobuses. De hecho, la comitiva tuvo que cruzar la frontera y entrar en el país invadido para poder recogerlos y trasvasar la carga con la ayuda humanitaria que transportaban en esos vehículos. Aunque la mayoría de las 30 toneladas que llevaban iban en un tráiler, las bodegas de los buses también estaba llenas con productos donados. «Hicimos el trasvase de maletas y de toda la ayuda humanitaria a dos furgonetas haciendo cadenas humanas, en un tiempo bastante rápido para que pudieran subir a los autobuses y dejar de pasar frío», relata el portavoz del grupo Amadino Pereira. «Han sido 17 horas viendo todos los fantasmas de la guerra», resumía calificando el panorama como «dantesco».

La expedición ourensana no tenía previsto entrar en territorio ucraniano. Su plan era esperar en el lado polaco a que las personas que tenían que volver con ellos cruzasen la frontera. Sin embargo, ante la demora que se iba acumulando y teniendo en cuenta que la mayor parte eran mujeres y niños que llevaban muchas horas de espera, decidieron avanzar hacia el territorio del país invadido y recogerlos. El problema es que algunos miembros de la expedición no llevaban pasaporte, ya que no tenían pensado salir de territorio Schengen (la zona de los 26 países europeos que han abolido las fronteras entre ellos). Lograron, pese a todo, cruzar a Ucrania «después de insistir con las autoridades fronterizas para que nos permitiesen hacerlo con los carnés de identidad», pero en el regreso al territorio polaco las cosas se complicaron. «A dos de los miembros del equipo que entraron con sus carnés de identidad luego no se les permitía salir de la zona», cuenta Amadino Pereira. Finalmente, tras algunas gestiones telefónicas con España lograron solventar el incidente y la expedición SOS Ternópil Galitzia está ya de camino de vuelta hacia Ourense con 96 refugiados cuyas edades oscilan entre los diez meses y los 79 años de un veterano de guerra que ya combatió en dos conflictos anteriores. La mayoría del pasaje es femenino pero también viajan dos hombres que son padres y a los que se les permitió abandonar el país «por sus circunstancias especiales», señaló Pereira. El portavoz de la expedición lamenta que «a un tercero, que tenía edad para ir a luchar, no le fue permitido» y se quedó dentro de Ucrania con sus hijos. «Hay un hilo de esperanza, si consigue un certificado de la autoridad militar tal vez, en un futuro no muy lejano, quizá podamos hacer algo por llevárnoslo», añadió. 

La idea de los organizadores de esta expedición solidaria con Ucrania es que la llegada a tierra ourensana se produzca el sábado y no el viernes como inicialmente se había planificado. La mitad de los viajeros van a ser acogidos temporalmente en el Seminario Menor de Ourense y el resto se repartirán entre Trives y San Xoán de Río, donde sus concellos han ofrecido instalaciones y colaboración.