Inseguridad en la avenida de Zamora de Ourense: «No sé si tiene que morir otra persona»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Zona de la glorieta de la avenida de Zamora donde se produjo el atropello mortal de marzo del 2023.
Zona de la glorieta de la avenida de Zamora donde se produjo el atropello mortal de marzo del 2023. Santi M. Amil

No hay paso de cebra y camiones entran a la glorieta por donde cruza la gente

26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Unas flores alrededor de una farola recuerdan el lugar en el que, hace casi ocho meses, José Rubio sufrió el gravísimo atropello a causa del cual, un mes más tarde, fallecería en el hospital de Ourense. Fue arrollado por un camión que accedía a la rotonda de la avenida de Zamora, en Mariñamansa, desde una parcela en la que se acumulan áridos y escombros a través de un camino sin pavimentar.

Meses después del fatídico atropello, la zona sigue sin urbanizar, sin paso de peatones, y los camiones siguen accediendo a la glorieta de la misma forma que provocó el accidente, según denuncia la familia de la víctima, que ha iniciado un procedimiento judicial para que se diriman responsabilidades. Aquella mañana del 29 de marzo, José, que residía en Alemania y estaba pasando unos días de vacaciones en Ourense, cruzaba por el lugar en sentido salida de la ciudad hacia Seixalbo para hacer unas compras.

Según recoge el informe técnico de la Policía Local, al llegar a la glorieta los peatones que circulan en sentido salida de la ciudad por la acera izquierda de la avenida de Zamora, y también los que transitan en sentido inverso desde la OU-105 hacia el centro, deben caminar bordeando la glorieta entre la linea exterior de esta, parcialmente borrada y una zona de tierra donde comienza el camino público Laureano Prieto. Lo único que hay en la acera para facilitar el tránsito peatonal son unos rebajes para las personas con movilidad reducida.

Fue lo que hizo el peatón aquella mañana. Se topó con el camión tipo dumper parado para acceder a la rotonda. Según el reglamento, deberían incorporarse desde el acceso de la derecha, algo más estrecho, pero lo hizo desde el izquierdo —el de entrada al camino y a la parcela desde la glorieta— con lo que no vio al transeúnte. El camión se paró para ceder el paso a los coches que circulaban por la rotonda y el peatón pudo pensar que también le cedía el paso a él. Cruzó por delante y el camionero, pendiente del tráfico, no se percató de la presencia del peatón y le aplastó una pierna. José fue trasladado muy grave al hospital, donde le tuvieron que realizar una operación de urgencia para amputarle la extremidad, y fallecería el 26 de abril en el CHUO a causa de un fallo multiorgánico.

La causa principal del accidente, según concluye el atestado policial, fue que no se respetó la prioridad de paso del peatón, ya que los vehículos no tienen prioridad cuando van a girar para acceder a otra vía y hay peatones cruzándola. Un día después, la policía hizo una prueba de campo de visión desde el puesto de conductor y constató que «para una altura media de 1,70 metros hay un ángulo de visión de un metro en el medio del frontal del camión y de 1,10 metros en el lado izquierdo a la altura del puesto de conducción». El vehículo carecía de espejos específicos de ángulo muerto frontal.

A pesar de esta desgracia, nada ha cambiado en esa zona. Aquel día el camionero alegó que utilizó el acceso de la izquierda, que sería normalmente para entrar al camino, porque el de la derecha estaba ocupado por un autobús por lo que tuvo que acceder por el carril izquierdo. Miraba el tráfico de vehículos y no vio ningún peatón. El caso de José Rubio, por tratarse de un accidente mortal, ha sido el más grave, pero no es el único ocurrido en esa zona. Según la familia, hubo otros dos atropellos en ese lugar. Lamentan que ni la empresa ni las autoridades hayan tomado medidas para garantizar la seguridad de los peatones.

Óscar Rubio, uno de los hijos del fallecido, explica que su padre conocía bien la zona. Tienen un piso en la calle Padre Sarmiento, cerca de la rotonda. «Si se cumpliesen las normas, es difícil que suceda algo. Está indicada la entrada y la salida, pero los camiones salen por dónde no deben, a toda velocidad, y no ponen a ninguna persona que avise cuando hay peatones. Por donde salen, no ven a los peatones y ocupan los dos carriles de la rotonda. Si saliesen por donde está el ceda el paso, sí los verían. Sigue pasando lo mismo, siguen aparcando mal y saliendo mal y no los multan. No sé si tiene que fallecer otra persona», lamenta el familiar.

En la glorieta confluyen dos vías autonómicas, la avenida de Zamora y la OU-105 y una de la Diputación (Ourense-San Cibrao).

Calles urbanas aún tratadas como carreteras y sin elementos reductores

Pese a tratarse de una zona claramente urbana, la avenida de Zamora es una vía de titularidad de la Xunta, al igual que la OU-105, que le da continuidad a partir de la glorieta en la que ocurrió el siniestro. A pesar de ser en realidad calles, con mucho tránsito peatonal, pues hay comercios, supermercados y otros negocios, todavía tienen un tratamiento administrativo de carreteras. Aunque hace años lo eran, hace mucho tiempo ya que no son vías interurbanas. Sin embargo, al no ser de los Ayuntamientos, las administraciones no municipales no asumen su urbanización, con actuaciones como reducción de carriles o elementos de reducción de la velocidad, como pasos elevados de peatones o señalización de vía plenamente urbana.

No es esta la única calle de Ourense que se encuentra en esta situación, aunque es una de las que está en peor estado en cuanto a seguridad vial. Esta es de la Xunta, como también ocurre con la avenida Buenos Aires, Progreso, Marcelo Macías o Otero Pedrayo. En estas dos últimas, sin perder su titularidad, la Xunta ya realizó una actuación, dándoles un tratamiento más urbano y accesible para los peatones.

Estatales

El Estado, a través del Ministerio de Fomento, también tiene calles de Ourense que antaño fueron carreteras, pero que hoy en día son vías totalmente urbanas, aunque les falten elementos que actualicen su carácter real desde el punto de vista de la movilidad y la seguridad vial.

Se trata de calles como la avenida de Santiago o la calle Basilio Álvarez, ya plenamente incorporadas al entramado urbano de Ourense, pero que todavía dependen de la administración central que se dedica a la gestión de las carreteras.