El belén hebreo de Rubiá sigue creciendo e incorpora un diorama de la Adoración de Jesús

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

RUBIÁ

El belén hebreo está en el salón parroquial de Rubiá.
El belén hebreo está en el salón parroquial de Rubiá. cedida

El nacimiento bíblico que elaboran María del Carmen Núñez y Antonio García se inaugura en Nochebuena

24 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de veinte años, María del Carmen Núñez comenzó a dar forma al belén hebreo de Rubiá. Comenzó siendo un nacimiento pequeño que colocaba en la iglesia, pero que pudo crecer gracias a la construcción del salón parroquial. En su nueva ubicación Núñez disponía de más espacio y eso le permitió ir incorporando nuevas escenas. En la actualidad, el belén ocupa una superficie de 50 metros cuadrados y es todo un reclamo en la programación navideña de la localidad, porque aunque en esencia no hay grandes variaciones, lo cierto es que cada año hay cambios. Puede ser desde mejorar una edificación o una figura hasta incorporar nuevas piezas como en esta ocasión. Núñez ultima el diorama de Adoración de los Reyes Magos, que será el tercero que se una a la colección. «Forman parte do belén pero non están no propio belén porque no se poden duplicar escenas», apunta Núñez, que destaca al carácter bíblico del nacimiento de Rubiá. La creación de este nuevo elemento es un trabajo de meses. «Se non empezo pronto non me daría tempo, porque hai días que botas horas pero outras non tes moitos minutos para dedicarlle», explica la belenista.

«Rexeitamos os elementos que non teñen cabida», señala, por eso las construcciones son «propias de Palestina, con forma de cubo, imitando pedra e encaladas». Habla de la búsqueda constante de la armonía y la proporcionalidad. Ella se encarga de la parte artística y se cuida mucho de evitar que haya elementos discordantes, incluso en la vegetación de la zona o los oficios que había entonces. Hay espacio para tintoreros, herreros o panaderos. «Xa tiñan cabida na época de Xesús», destaca. En su trabajo cuenta con el apoyo de Antonio García, que se encarga de la parte técnica: motores, movimiento y luces. Porque hay escenas animadas y la iluminación cuenta con cuatro fases que se van sucediendo para representar el amanecer, el día, el atardecer y la noche.

«É como unha catequese visual», resume Núñez. Hace hincapié en que más allá de poder disfrutar de la mecánica o las figuras bonitas, el belén busca arrancar emociones en el espectador. «O belén transmite unha mensaxe de paz, invita á contemplación no mundo do apuro no que vivimos. E a humildade e a tenrura das figuras tamén mostran unha serie de valores», añade la belenista.

El belén puede visitarse a partir del domingo. El día de Nochebuena a las cinco será la inauguración oficial. Hasta el 7 de enero estará abierto todas las tardes de cinco a ocho. A partir de entonces y hasta el primer fin de semana de febrero, solo sábados y domingos.