Adriana Domínguez: «La empresa vive un período de efervescencia que necesitábamos de verdad»

La Voz OURENSE

SAN CIBRAO DAS VIÑAS

MIGUEL VILLAR

La hija del modisto ourensano participó en un encuentro de negocios con empresarios jóvenes de Ourense

22 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Adriana Domínguez, hija del conocido modisto ourensano y miembro del consejo de administración de la empresa, repasó ayer con empresarios de la provincia la trayectoria de la compañía, que empieza a recuperarse en ventas tras los malos años de la crisis. El encuentro tuvo lugar en la tienda que la empresa tiene en la avenida de la Habana de la capital ourensana y formó parte de los desayunos de negocios que periódicamente organiza la agrupación de jóvenes empresarios de Ourense, AJE. «La empresa vive un período de efervescencia y oxigenación que necesitábamos de verdad y los equipos de siempre son los que la están haciendo volver a crecer», afirmó Adriana, quien explicó que a partir del 2007, con la llegada de la crisis, se vieron obligados a reaccionar ante una fuerte contracción del mercado y el colapso en las tiendas que perdían clientes y ventas. Decisiones posteriores, como la contratación de un equipo de dirección externo y consultorías no darían el resultado esperado, y llegaron a registrarse pérdidas de nueve millones de euros semestrales.

La empresaria destacó que, una década después, «Adolfo Domínguez presenta una situación completamente distinta, fruto de decisiones tomadas en el último año, un período que ha resultado ser el de la vuelta al origen de la marca con un nuevo equipo de dirección y la recentralización de buena parte de los departamentos desplazados en la sede central de San Cibrao das Viñas».

El relato de Adriana Domínguez sobre la historia de la compañía, plagado de anécdotas familiares y empresariales, repasó los hitos más importantes de su trayectoria, como la apertura de las primeras tiendas fuera de Galicia, en Madrid, París y Londres. Fue precisamente en esta última donde apareció a comienzos de los años 80 la estilista de la mítica serie Corrupción en Miami, que se fijó en la línea de hombre. Eso marcaría un antes y un después.