Verín cuadruplica la media de vecinos extranjeros de la provincia

VERÍN

Repartidos por la geografía de Ourense residen un total de 12.9555 inmigrantes

26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Verín es la cabecera de comarca de la provincia de Ourense que mayor porcentaje de vecinos nacidos en otros países con respecto a la población total mantiene desde hace años. De hecho, ese porcentaje, el 16,34 %, según datos de Instituto Nacional de Estadística, cuadruplica el 4 % de media de extranjeros censados por cada municipio ourensano.

En n la provincia se contabilizan 12.955 residentes no nacidos en España, sobre un total de 314.705 censados. De estos, 6.448 son varones, y 6.507, mujeres.

Hay varias razones que explican esa circunstancia. La fundamental es la masiva presencia de ciudadanos portugueses en tierras del Támega. Casi la mitad de los 2.305 vecinos nacidos más allá de las fronteras hispanas es originario del país de Pessoa. La prolongada crisis económica en el país vecino, la mejor cobertura sanitaria o la búsqueda de oportunidades laborales son algunos de los factores que marcan la presencia de inmigrantes. En total hay cerca de una treintena de nacionalidades diferentes conviviendo en el municipio, de países tan dispares como Brasil, Polonia, China, Perú, Bolivia, Cuba, Ucrania o Nigeria.

En la última década, ese porcentaje prácticamente se ha duplicado en Verín, al pasar del 8,57 al más del 16 % actual, según las cifras del INE.

Por cabeceras de comarca

Aunque el caso de Verín es llamativo, también es creciente el porcentaje de extranjeros residentes en otras villas cabecera de comarca ourensana. En O Barco, por ejemplo, se sitúa en el 13,76 % del total, en Xinzo en el 11, en O Carballiño es del 14,87. En Allariz se ubica en el 8,93, en Ribadavia en el 7,57 y en Celanova en el 11,45. En la capitalidad provincial ese ratio también está en el 11 %.

A nivel provincial, los portugueses suponen más del 40 % de los extranjeros radicados en Ourense, con 4.967 personas. Otras nacionalidades con peso específico en el padrón provincial son la brasileña, la venezolana o la marroquí.

Lo más destacado es que, en muchos municipios, esa presencia extranjera se ha incrementado en los últimos años. Así, ha subido en la última década entre un 40 y un 80 % en algunas de las principales cabeceras de comarca.

Por contra, hay localidades en las que la presencia de ciudadanos nacidos fuera del estado español es prácticamente anecdótica. Son los casos, por ejemplo de Castro Caldelas, con un 4 %, o Montederramo, con un 2,9.

Ese progresivo aumento de los extranjeros en la provincia ha favorecido también la existencia de asociaciones de inmigrantes, la agrupación Alma Llanera de venezolanos, con sede en Ourense, o la Al Wafa, de magrebíes, son sede en Xinzo, son solo dos ejemplos.

No obstante, la mayor presencia de vecinos lusos por habitante se da en Oímbra y en Carballeda de Valdeorras. En el segundo caso, los abundantes puestos de trabajo creados por las industrias pizarreras son la explicación a este efecto llamada producido en los últimos años. El 20 % de los residentes nacieron lejos de España. Desde hace unas semanas, entre esa cifra se cuentan cinco refugiados sirios, que busca integrarse en la localidad.

La duda sobre la residencia se cierne sobre el padrón de lusos en Oímbra

Con un porcentaje de extranjeros (en su inmensa mayoría lusos) que se acerca a una cuarta parte del padrón,  la sombra de la duda se cierne desde hace tiempo sobre si realmente esos lusos viven en el municipio. La oposición municipal en ese concello (PSOE y BNG) ha planteado en varias ocasiones la necesidad de una investigación censal en profundidad para comprobar si realmente habitan en Oímbra.

Durante el pasado año, tras los comicios municipales y ante la posibilidad de un empadronamiento irregular masivo, los ediles del Bloque llegaron a meditar la presentación oficial de una denuncia ante la fiscalía, aún no concretada.

Pese a este incremento de extranjeros, también se han dado algunos retrocesos. El caso mas paradigmático es el de Xinzo, en el que llegó a haber en su momento más de 600 integrantes de una comunidad magrebí en la que ahora hay menos de 300 censados.