Guadalupe Ferreira denunció los hechos a la Guardia Civil
10 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los vándalos se fueron y dejaron de hostigarla por la intensiva vigilancia de la Guardia Civil, pero Guadalupe Ferreira Rodríguez sigue sin poder vivir tranquila en su casa del casco viejo de Verín. El último episodio de la larga lista de insultos, amenazas e incluso intentos de asalto en su domicilio lo vivió este martes. Una mujer marginal de nacionalidad portuguesa, conocida en la villa, se plantó en la puerta de su vivienda en la calle do Pozo y la amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones.
La anciana asegura que presentó una denuncia en la Guardia Civil ante la gravedad de los hechos. «Os gamberros que me acosaban xa non veñen por aquí. Agora teño o problema con esta muller, que bebe moito e que a ten tomado comigo», aseguraba ayer Lupita, nombre por el que es conocida la mujer. Esta septuagenaria, que reside sola, relataba: «Hai días que esta portuguesa viume na rúa e empezou a insultarme. Non só mo fai a min, métese tamén con outras persoas cando está bébeda».
Todo empeoró esta semana. «Plantouse o outro día pola tarde baixou cun coitelo moi grande e gritoume: ¡Puta, sal fóra que che vou matar! Mentres, pegaba patadas na porta», contaba la anciana. El miedo por los actos vandálicos que padeció durante los pasados meses y por las agresiones de la mujer lusa llevaron a Guadalupe Ferreira a cambiar la cerradura de la puerta del domicilio.
La mujer agradece la labor de los agentes del instituto armado. «A Garda Civil estase portando ben. Vixían por aquí moito. Esta mesma mañá [por ayer] sentín que esa muller pasaba outra vez por aquí, aínda que non se parou», añadía. Los agentes han recomendado a la anciana que no salga de la vivienda si detecta la presencia de vándalos o de la acosadora lusa.
Los gamberros se fueron
Tanto Guadalupe Ferreira como vecinos de las calles Viriato y O Pozo destacaron que los numerosos actos vandálicos que provocaron una gran alarma en meses pasados han caído en picado durante las últimas semanas. Ferreira recordó ayer ante la entrada de su vivienda cómo en su día los gamberros «tentaron subir dende fóra á primeira planta da miña casa, pero non o lograron». Los menores que acechaban a la anciana hasta hace un mes no han sido vistos de nuevo en la zona, para satisfacción de los residentes.
Se da la circunstancia de que Lupita es una de las pocas personas que viven en ese extremo de la calle. «Hai só unha veciña na casa do fondo -a unos 10 metros de la suya- e eses gamberros e esa muller saben que vivo sola», remarcaba la anciana.
El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, por su parte, destacó que durante los recientes carnavales los sucesos en el casco viejo verinense fueron prácticamente nulos. El regidor loó el apoyo que los agentes de la Guardia Civil prestaron a la Policía Local para atajar el vandalismo.