El hospital de Verín no es accesible en silla de ruedas

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

VERÍN

Miguel Villar

La asociación de discapacitados denuncia que no pueden entrar en los baños y exigen que se quiten los obstáculos

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación de discapacitados físicos de Verín (Adive) denuncia que las barreras arquitectónicas dificultan la accesibilidad a los diferentes servicios sanitarios en el hospital comarcal para aquellas personas que se mueven en silla de ruedas. Por eso, la próxima semana enviarán un escrito oficial de reclamación al Sergas tras infinidad de quejas verbales que, aseguran, no han sido atendidas.

Cuatro son los ejes de su reclamación. La primera es que una persona en silla de ruedas no puede subir por la empinada rampa de acceso a Urgencias. La segunda se centra en que no hay ni una habitación habilitada específicamente para los discapacitados, entre las 105 camas del centro. La tercera alude a la falta de especio en las puertas de los baños para que pueda pasar una silla. Finalmente, la cuarta reprocha la poca comodidad de las dos únicas plazas de estacionamiento disponibles para el colectivo a las puertas del edificio, colocadas en línea y no en batería.

El presidente de Adive -que fue candidato de Son de Verín en las últimas municipales-, Manuel Pousada, resume: «Solventar algunas de estas carencias costaría muy poco. Habilitar un baño en la planta baja y preparar un par de habitaciones específicas supondría unos pocos miles de euros».

Pousada debe acudir con frecuencia al hospital, así que conoce bien las barreras que hay. «Algunos defectos son estructurales desde que se abrió el hospital en 1994 -dice-. Urgencias nunca debió ubicarse en la primera planta. La rampa es imposible de subir. Debes acceder allí en coche, si lo tienes, y dejar las llaves al vigilante para que te lo aparque. La otra opción es entrar en la silla por la planta baja». Tampoco pueden usar los aseos. «Lo de los baños es difícilmente justificable a estas alturas, como que no haya ninguna habitación específica para nosotros. He estado ingresado y no puedes entrar a asearte», denuncia. 

Mención aparte merecen las barreras a la entrada, con desniveles difíciles de sortear en una silla. Es fácil atrancarse y no salir. «No somos solo nosotros. Aquí al lado hay un geriátrico. Es frecuente que ingresen ancianos con movilidad muy reducida y también padecen estos problemas», argumenta Pousada.

El edificio se abrió hace 23 años y tiene 40 habitaciones

No fue posible obtener una valoración del Sergas sobre las quejas de los discapacitados. Algunas de las carencias y barreras para las personas con minusvalía en el hospital son difíciles de entender si se tiene en cuenta que se trata de una edificación que tiene poco más de veinte años. El centro cuenta con 40 habitaciones y 80 camas en Cirugía, Traumatología y Medicina Interna. Existen otras 25 camas disponible para picos de demanda asistencial.