«El docente también aprende en la escuela cada día»

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

VERÍN

Sindo Martínez

El maestro Adolfo Rolán recibió la Carta de Hermandad de la Orden de la Merced tras 40 años como profesor

16 may 2017 . Actualizado a las 19:46 h.

El ya jubilado docente Adolfo Rolán Fernández recibió la pasada semana un honor reservado a muy pocos seglares, la concesión de la Carta de Hermandad de la Orden de la Merced tras más de medio siglo de vinculación, primero como alumno y luego como docente, al colegio seminario mercedario de Verín. A sus 65 años, el que también tuvo faceta política como concejal durante ocho años, echa la vista atrás para recordar cuatro décadas de docencia en una institución clave en la enseñanza y la cultura de la comarca.

-¿Esperaba este reconocimiento tan especial?

-En absoluto. Ha sido una gran alegría. Es una distinción que otorga el principal de Castilla de la Orden Mercedaria por motivos especiales. En mi caso, por mi vinculación y mi cariño hacia la misma desde que entré en el colegio de Verín con 11 años.

-¿Qué recuerdos tiene de su etapa como profesor?

-Muchos y variados. Hay que tener en cuenta que no es frecuente, por ejemplo, dar clases durante 40 años solo a varones, como ha sido mi caso, al tratarse de un colegio y seminario para chicos.

-¿Cuándo y cómo se integró en el centro como docente?

-Al cumplir los 25 años, en 1977, me llamaron tras cursar Magisterio y cumplir el servicio militar. He dado clases de muchas materias; he sido un poco un profesor comodín dentro del centro. Fui de los primeros en dar clases de gallego a los alumnos de Verín con el viejo texto de la editorial Galaxia.

-¿Es muy diferente la educación de ahora con respecto a la de finales de los años 70?

-Ha cambiado muchísimo y hay que saber adaptarse a los tiempos. Esa es una de las misiones esenciales del docente, amoldarse a los alumnos y a sus necesidades en cada momento. Tienes que estar abierto a escuchar a los chavales y oír sus inquietudes siempre. Yo personalmente nunca creí en los regaños en público. Cuando un niño se portaba mal en clase, dialogaba con él en el recreo. Jamás tuve un incidente violento o muy desagradable en el aula. El docente también aprende en la escuela cada día. Es una de sus funciones; si no es así, mal va la cosa.

-¿Recuerda a algún pupilo especialmente brillante?

-Un par de ellos. Sobre todo un muchacho que siendo muy brillante y que destacaba mucho en las asignaturas de Letras y no tanto en las cifras, curiosamente acabó siendo catedrático de Matemáticas.

-¿Los niños tenían más cultura general al acabar la secundaria antes o ahora?

-Sin duda alguna, antes tenían una mayor cultura general. Salían antes mejor preparador en cuanto a formación global, por ejemplo en ortografía y gramática. En mi opinión fue un grave error eliminar filosofía, latín o griego de los currículos. Los chavales de ahora tienen mucho menos vocabulario que los de antaño.

«Nunca creí en los regaños en público; si un niño se portaba mal, dialogaba con él»