Una donación como Dios manda

SINDO MARTÍNEZ XINZO / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

SINDO MARTÍNEZ

Una feligresa ya fallecida dejó 100.000 euros a la parroquia de Xinzo para arreglar la iglesia y ayudar a los necesitados

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La iglesia de Santa Mariña, en Xinzo de Limia, construida hace ahora algo más de 51 años, luce con mayor esplendor desde el pasado fin de semana tras la conclusión de los primeros trabajos de reforma. Unas obras fueron posible gracias a la donación anónima más generosa de la larga historia de la parroquia limiana.

La señora Rosa -todo lo que se conoce de la identidad de la mujer- era una veterana feligresa que decidió dejar 100.000 euros a la parroquia. Poco antes de morir, la mujer decidió  el solidario destino que quería dar a los ahorros de toda una vida.  

El cura párroco de Xinzo y arcipreste de A Limia, Tomás Delgado Gándara explicó: «La donación fue concedida en vida por esta señora, que falleció hace un par de meses». Rosa no tenía hijos y estaba viuda desde hacía tiempo. Su marido fue también un veterano devoto y colaborador de la parroquia en los actos litúrgicos y en las procesiones de la iglesia durante muchos años.

Delgado Gándara expuso que la finalidad concreta de la aportación de la señora Rosa había sido detallado por la donante de forma expresa. «En esta fase de la reforma hemos puesto bancos nuevos, hemos reformado el suelo del templo y pintado el interior de la iglesia», indicó el sacerdote. El coste de la reforma, cuyos resultados pudieron ser contemplados por los feligreses durante una misa oficiada el sábado, rondó los 25.000 euros. El adecentamiento de la edificación, que será completado en los próximos meses, satisfizo a los asistentes al acto religioso, que abarrotaron la misa para tan singular reestreno.

El religioso comentó que esta era, con mucho, la aportación económica más importante realizada para la comunidad religiosa antelana. «Algunas personas entregan 100, 500 o 1.000 euros, pero nunca nadie había donado una cifra tan elevada», resumió Delgado Gándara.

El lavado de cara para el templo financiado por la generosidad de Rosa se hacía ya necesario. El paso de las décadas había deslucido la brillantez de la edificación durante los últimos tiempos.

La iglesia comenzó a construirse en el año 1908 y no fue finalizada hasta 1965, dados los problemas financieros para culminar los trabajos. Tiene capacidad para más de medio millar de fieles y es el templo más grande de la comarca antelana. La villa tiene otro templo, la igrexa vella, una de las joyas artísticas del municipio, cuya construcción se inició en el siglo VIII y que tiene un tamaño mucho menor.

Ayuda a los desfavorecidos

El párroco indicó que la remodelación de la iglesia no había sido la única voluntad de Rosa sobre su aportación. «Una parte se destinará, como ella indicó, a Cáritas diocesana», expuso Delgado Gándara. El interés de la finada era ayudar con su dinero a los vecinos más desfavorecidos de la localidad. El sacerdote mostró públicamente su agradecimiento hacia el gesto de la finada que impulsará la actividad solidaria de la parroquia.