Apuntó al propietario del local y lo amenazó con matarlo por prohibirle encender un cigarrillo dentro del establecimiento
14 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El 6 de abril de 2016, alrededor de las 22.00 horas, un hombre entró en el bar Estación 85, situado en la terminal de autobuses de Xinzo de Limia, en donde comenzó una discusión con uno de los propietarios del establecimiento. El motivo fue, según el propio gerente del bar, decirle al acusado que no podía encenderse un cigarrillo en el local.
Esta prohibición enfadó al cliente hasta el punto de salir del bar, para volver a entrar con un bastón de hierro y golpear la barra, rompiéndola. Acto seguido, el procesado sacó un arma de fuego del bolsillo con la que encañonó al denunciante a la altura de la cabeza. Lo amenazó también verbalmente diciéndole «ahora no tienes tantos huevos» y «te mato, si me denuncias te mato» para, a continuación, y según entiende la Fiscalía con el mismo ánimo intimidatorio, apuntar a los otros clientes que se encontraban en el interior del local.
Antes de salir del establecimiento también rompió el cristal de la puerta al golpearlo con la misma barra y al salir al exterior efectuó un disparo al aire. Al parecer, según declaró el acusado, el día de los hechos se encontraba bajo los efectos de drogas y alcohol. Además, argumentó que no recordaba nada de lo sucedido y que no tenía motivos para discutir con el dueño del bar porque no tenía ninguna enemistad con él. También relató que se enteró de lo sucedido porque alguien se lo contó y que, en cuanto lo supo, fue a pedir perdón y se ofreció a pagar los desperfectos que provocó.
También declaró que entregó el arma, al día siguiente de lo sucedido y de forma voluntaria, a la Guardia Civil y que se la había encontrado el día anterior de los hechos mientras recogía chatarra. Se trataba de una semiautomática, en perfecto estado, marca BBM, que había sido transformada para disparar munición metálica y para la que el encausado no tenía licencia, según el Ministerio Fiscal.
Reducción de la pena
Al reconocerse autor de los hechos, la Fiscalía ha rebajado la petición inicial. En un principio la acusación pública reclamaba que cumpliera con dos años y medio de cárcel y un total de 4.800 euros de multa por los daños ocasionados.
Finalmente, tras llegar a un acuerdo de partes, deberá cumplir con un año y ocho meses de prisión por los delitos de amenazas y tenencia ilícita de armas, así como pagar una multa que asciende a 720 euros, pero que está notablemente rebajada, por el delito de daños y otro leve de amenazas.