Una firma pontevedresa comercializa algas de las Rías Baixas para uso culinario

Jaime Velázquez

PONTEVEDRA

12 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

pontevedra | De la misma manera en que los agricultores gallegos comenzaron hace tiempo a cultivar el kiwi, debido a las excelentes condiciones climáticas que se dan para esta planta procedente de las antípodas, los empresarios de las Rías Baixas se han lanzado a la producción de un producto que está presente ya en las cartas de muchos restaurantes en todo el mundo.

Las algas, que tradicionalmente se utilizaban en Galicia, de manera residual, para abonar los campos, son hoy uno de los recursos de mayor proyección de la costa atlántica. El uso de vegetales marinos con fines culinarios, originario de Japón, ha encontrado en las Rías Baixas uno de los mejores lugares de Europa para su producción, debido a la latitud de Galicia, similar a la del país nipón.

Una firma pontevedresa, con sede en Redondela, comercializa desde hace diez años algas para consumo humano. Se trata de especies vegetales que, a pesar de utilizarse en oriente, son autóctonas de Galicia. Alguna de ellas, incluso, era ya conocida por los celtas.

La empresa Algamar tiene sus campos de cultivo en las inmediaciones del parque de las Islas Atlánticas. La recolección se hace a mano, sobre las rocas y habitualmente dentro del agua, seleccionando y cortando las plantas adultas.

La riqueza de las costas gallegas, según recoge la página web de la firma pontevedresa, se debe a su situación geográfica, a las grandes corrientes oceánicas que aquí confluyen y a la forma recortada de su costa. Su capacidad de producción anual de materia viva, apunta la empresa, se asemeja a las selvas ecuatoriales, llegándose a recolectar hasta 1.500 kilos diarios de vegetales marinos.

Con denominación

De las seis especies de vegetales marinos para uso culinario que procesa esta empresa de Pontevedra, cinco de ellas son autóctonas de las Rías Baixas; la última es originaria de Japón, aunque desembarcó en la costa gallega hace ya años. Se trata del Wakame o Undaria Pinatifida, y es una de las pocas que se cultiva, en cuerdas similares a las de las bateas.

Entre las especies autóctonas destaca la Himanthalia Elongata, o Espagueti de mar, una planta desconocida en los países asiáticos y que se ha convertido en «una de las algas con más éxito en las cocinas entre las especies gallegas», según recoge un estudio realizado por el Instituto Galego de Consumo (IGC).

La Laminaria Ochroleuca, conocida en la gastronomía japonesa como Kombu, es también natural del sur de Galicia, donde recibe el nombre de hoja de mayo. Es el alga más consumida del mundo, con unas 600.000 toneladas de producto en seco, según los datos recogidos por el IGC.

Una de las plantas con más tradición de las que crecen silvestres en Galicia es la Palmata Palmata, o Dulse. Este alga roja, fue utilizada tradicionalmente por los pueblos celtas, debido a su alto contenido en vitamina C, y desde al menos el siglo VI fue recolectada por los monjes de Santa Columba, en Carnota, para servir de alimento a los pobres, asegura el estudio de la Xunta.