La apertura de la variante de Marín hurga en la herida de Pontevedra

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La ciudad del Lérez sigue siendo la única capital sin circunvalación

08 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El pasado viernes, con motivo de la apertura del último tramo de la variante de Marín, la alcaldesa de esta villa, María Ramallo (PP), afirmaba que se había hecho justicia al fin: «Es un día histórico porque pocos ayuntamientos de más de 25.000 habitantes quedan en Galicia sin tener una vía de circunvalación que evite meter todo el tráfico por el centro». Ramallo hizo estas declaraciones en presencia del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), regidor de uno de esos ayuntamientos. Es más, de la única capital de provincia que carece de una carretera de este tipo, para desazón del equipo de gobierno local.

«Nos imos máis lentos -señalaba el alcalde en presencia también del conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández-, pero tamén algún día, non sei si en vinte anos ou corenta, teremos circunvalación, pero mentres tanto ímola virando».

Aunque las comparaciones son odiosas y Lores se consolaba diciendo que «esta variante ímola usar todos», lo cierto es que la entrada en servicio de la ronda de Marín no hace sino poner el dedo en la llaga en las carencias de Pontevedra. Unas carencias que no van a resolverse a medio plazo.

Y es que el alcalde es consciente de que pese a la evidente deuda histórica que se mantiene con Pontevedra en materia de infraestructuras viarias, la circunvalación tendrá que seguir esperando. De hecho, desde el Concello se teme que la situación económica actual ampare un nuevo freno a las actuaciones pendientes en la ciudad, pactadas en su mayoría en la M-4, aquella mesa a la que se sentaron hace varios años Ministerio de Fomento, Xunta, Diputación y Ayuntamiento para diseñar el mapa viario de la ciudad.

Desde que se levantó la M-4 -hace ya media docena de años-, algo de lo que se trazó sobre el papel se ha ejecutado, pero las infraestructuras pendientes siguen siendo mayoritarias, como se refleja en el gráfico adjunto.

De lo que se preveía para descargar el tráfico en la ciudad, únicamente se ha completado la ejecución de los puentes de Monte Porreiro y de As Correntes. Y para eso, este mismo año. Luego está la nombrada variante de Marín, en servicio desde el pasado viernes, pero con un acceso todavía provisional, y la remodelación del nudo de O Pino, actualmente en una fase muy avanzada de obras.

Y el resto, la circunvalación y la ronda urbana, no han pasado todavía de ser meros proyectos sobre el papel.

La Xunta anunció para finales de este año el proyecto de trazado de la variante de Alba y enmarca dicho vial en un proyecto de ronda próximo al casco urbano al que le faltan demasiadas piezas para convertirse siquiera en una previsión viable.

Y en cuanto a la circunvalación, es decir, la A-57, que contó con estudios y proyectos, en este momento parece absolutamente parada por mor de la situación económica.

El Concello, de hecho, ya tiene asumido que durante la actual legislatura no habrá ningún tipo de avance. Tal vez, como dice el alcalde, aún habrá que esperar veinte o cuarenta años.