Un pediatra de Lalín niega haber abusado de una niña, pero pide perdón por si hubo mala praxis

Tras declararse no culpable de los abusos sexuales a una paciente de 13 años, un pediatra ya jubilado de Lalín se acogió a su derecho a no declarar excusándose en que «no tengo la mente clara». No obstante, antes de volver a sentarse en el banquillo, aseguró que «si hay una mala praxis pido perdón, incluso».

Este caso tuvo su origen en la denuncia que interpuso en febrero del 2013 la madre de la menor y que un mes después derivó en la detención del facultativo lalilense, momento en el que dejó ejercer en la localidad pontevedresa. De hecho, su consulta en Lalín se cerró y estuvo de baja hasta su jubilación, hace unas semanas.

Todo apunta a que la principal prueba de cargo, además del propio testimonio de la pequeña, será una grabación que ella misma realizó con el móvil. El magistrado del Penal número uno, tras su visionado en sala, deberá decidir si se obtuvo de manera lícita y sin infringir los derechos constitucionales del acusado.

Según trascendió en su día, el pediatra la trataba desde su nacimiento, de tal modo que acudía periódicamente a sesiones de terapia. Entraba a la consulta sola y su madre la esperaba fuera.

Estas sesiones arrancaron en el 2011 con el objetivo de tratar la timidez de la menor y, paralelamente, incrementar su autoestima.

Inicialmente, el fiscal solicita tres años y medio de prisión y el pago de quince mil euros en concepto de responsabilidad civil, mientras que la acusación particular, que ejerce el letrado lalinense Carlos Collazo, pide cuatro añoos de cárcel y treinta mil euros de indemnización. La defensa, que puso en tela de juicio la grabación videográfica, la absolución.

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