Los pequeñines de la escuela infantil de Príncipe Felipe hacen abono con los restos de la fruta de sus meriendas
22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tienen entre 0 y 3 años, usan chupete y ya son unos aprendices de mestres composteiros, convirtiendo en abono los restos de sus meriendas.
Ayer fue un día especial en la Escuela Infantil de Príncipe Felipe porque estrenaron el compostero artesanal que realizaron con palés. Después de la merienda matinal, echaron allí los carozos, pepitas y mondas de las frutas que tomaron y así lo seguirán haciendo cada día.
El compost que vayan obteniendo lo utilizarán para abonar el huerto de verduras y hortalizas que tienen en el patio del colegio, así como el original jardín de flores que tienen plantadas dentro de neumáticos coloreados. «Aquí reducimos, reciclamos y reutilizamos», comenta Sandra Rial, directora y encargada del proyecto con el que la escuela participa en el programa Voz Natura de La Voz de Galicia, que desarrolla la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.
Su proyecto se titula O verme do compost, un gusano convertido en mascota que va de clase en clase animando a los niños a reciclar. Pero no solo eso, «lo cierto es que teníamos un patio sin colorido que ahora está en su máximo esplendor, con unas lechugas, unas zanahorias y una jardineras dignas de admiración», añade Sandra.
Los alumnos del CEIP Príncipe Felipe visitaron ayer a los pequeñines de la escuela infantil para ayudarles a reciclar y les encantó un casa hecha con cartones de leche y zumos que también tienen en el patio.