La concejala se considera legitimada por la votación de afiliados del jueves
27 may 2017 . Actualizado a las 05:10 h.La concejala de Personal y Seguridad Ciudadana, Vanessa Rodríguez Búa, es la cara más conocida de los críticos que se oponen al acuerdo de SAL con el PP. Fue la única integrante del grupo municipal de los liberales que acudió a la controvertida asamblea del jueves, que ella considera totalmente válida. Rodríguez Búa rechazó las «argucias legales» del alcalde y los otros dos ediles de SAL y calificó su ausencia de la cita del jueves de «excusa para no dar la cara ante sus compañeros de partido».
Rodríguez Búa incidió en que la asamblea es totalmente legítima y que se convocó incluso con más garantías de las que tuvieron lugar en el pasado, al anunciarse en Facebook, WhatsApp y con carteles a la entrada de la otra reunión, del bando que apoya el pacto con el PP, el pasado miércoles por la noche. La concejala entiende que se han cumplido los requisitos legales mínimos para poder celebrar esa reunión y que a ella le era necesario conocer la opinión de los militantes a la hora de decidir qué hacer con su escaño.
En la asamblea del jueves, la inmensa mayoría de los asistentes respaldó el rechazo al pacto, razón por la que la anunció que mantendrá su escaño en la corporación, bajo las siglas de SAL y en la oposición al nuevo gobierno.
Incidió en que de este encuentro se había dado la publicidad suficiente para que todos estuviesen conocedores de la reunión y que aquellos afiliados que habían decidido no acudir emitieron, con su ausencia, su voto, por lo que el sentir mayoritario de los presentes, de rechazo al pacto con el PP quedó refrendado. Es más, entiende que a ella no le corresponde la calificación de edil no adscrito, porque considera que representa el verdadero sentir de la militancia de SAL.
De Pita, Fernández y Sueiro, aseguró que no reconocía a sus antiguos compañeros en su nueva actitud próxima al PP y añadió que su decepción era mayor porque «siempre pensé que Gonzalo Pita se iba a convertir en el mejor y más valiente de los alcaldes de la historia de nuestro municipio».
Visiblemente emocionada al rememorar cómo se habían deteriorado las relaciones con sus hasta ahora compañeros de grupo municipal, admitió que «ahora las cosas han cambiado» y que «ya no será así». Por último, agradeció la colaboración que encontró en el desempeño de sus funciones a los trabajadores del Concello sanxenxino.