La designación de diputados provinciales evidencia los poderes locales en los tres principales partidos. Mientras en Pontevedra, se atasca la negociación entre PSOE y BNG.
25 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los tres partidos que tendrán representantes en la Diputación ya han decidido quienes ocuparán los escaños del palacio de Montero Ríos. La sesión constitutiva será inminente (a principios de julio). Pero la designación de los diputados —que concluyó el viernes— ya evidencia los pesos y contrapesos entre los poderes locales del PP, PSOE y BNG. Un análisis de esas designaciones revela quienes mandan y quienes se resignan.
En el PP han quedado claras dos conclusiones:
1) No contaban con recuperar la Diputación y tuvieron que improvisar la opereta de Rodeiro para colocar a Luis López, Lugués, como concejal para que fuera elegido diputado y sucesor de Carmela Silva.
Y 2) El reparto de escaños no premia del mismo modo a quienes han ganado las elecciones municipales frente a quienes se estrellaron el pasado 28M. Evidentemente una y otras decisiones han tenido que ser tomadas por Alfonso Rueda. El ejemplo más evidente son las vicepresidencias, pese a la abrumadora diferencia de resultados. Se premia del mismo modo a Marta Fernández Tapias, laminada por Abel Caballero en Vigo, como a Rafa Domínguez, brillante ganador de las elecciones en la capital de la provincia que se quedó a dos concejales de la mayoría absoluta. Lo que parece obvio es que una y otro representarán contrapoderes frente a Abel y Lores, con la munición que supone el potente presupuesto de la Diputación.
Domínguez ha conseguido, en cambio, mayor protagonismo para los suyos en la Xunta y en las listas del 23J. A la nominación de Pepa Pardo como candidata número uno al Senado, hay que unir el nombramiento de Pablo Fernández para un alto cargo en la reformulada Consellería de Emprego e Igualdade, lo que motiva su cese como concejal.
En el caso de los diputados electos por PSOE y BNG, también se reflejan los poderes locales. De los 9 socialistas, 5 nada menos que son concejales en Vigo. Harto significativo. El único diputado socialista por el partido judicial de Pontevedra seguirá siendo Gregorio Agís, pese a la derrota sufrida en Poio y en contraposición al brillante resultado del PSOE en la capital. Sin embargo, Iván Puentes solo ha podido colocar a Yoya Blanco como suplente de Goyo.
Y en el BNG, Mosquera seguirá, pese a haber dicho que estaba más cerca de irse que de seguir. Pues no será así. Lo manda Lores. Y con 68 años de los que se ha pasado 32 sentado en un escaño de la Diputación, Cesáreo volverá a ser el voceiro, en la enésima demostración de la falta de banquillo que aqueja al Bloque.
Gobierno en minoría
En Pontevedra, las negociaciones entre BNG y PSOE para la hipotética formación de un gobierno municipal de coalición en la ciudad están congeladas, según definía un observador. Hoy por hoy, no tiene pinta de que vayan a salir muchos pactos. Si miramos alrededor tenemos, además del caso de Santiago, donde Goretti Sanmartín (BNG) gobernará en minoría, Vilagarcía, donde el socialista Alberto Varela estará en las mismas ya que allí es el BNG quien no entrará a formar coalición.
Como escribíamos la semana pasada, hay un escenario radicalmente diferente a los de los 24 años anteriores. Iván Puentes quiere hacer valer sus 5 concejales, indispensables para dar estabilidad a un gabinete presidido por Fernández Lores. Iván sigue instalado en la tesis de que al PSOE le va a ir mejor en la oposición, condenando y desgastando a Lores y al BNG a negociar los asuntos importantes de la legislatura. Hacerlo así supondría potenciar la figura de Iván Puentes como alcaldable de la izquierda en los próximos comicios de 2027, en lo que sería un duelo mano a mano con Rafa Domínguez, sin duda, el candidato a batir si prosigue su crecimiento electoral. Si el PSOE pontevedrés no entra en el gabinete, evita erosionarse, como le ha ocurrido en mandatos anteriores, mientras que, haciendo la pinza junto con el PP, se podrán tomar acuerdos de gran trascendencia. Como, por ejemplo, la reapertura de Reina Victoria, caballo de batalla de la última campaña.
Y como consecuencia de este estado de cosas, hay que entender que el pasado lunes el reelegido regidor sacase el bombo para anunciar como revolucionario lo que no deja de ser un simple gabinete en minoría. Intenta contraponer una imagen de fortaleza frente a la evidente debilidad numérica en que ha quedado. Es significativo que el propio Lores tenga que asumir más protagonismo convirtiéndose en portavoz del gabinete, quemado de anteriores experimentos fracasados. Sitúa cuatro lugartenientes: César Mosquera, Carme da Silva, Eva Villaverde y Anabel Gulías, al frente de las áreas de gobierno. Y entre las delegaciones llama la atención que le pase la responsabilidad de organizar las Fiestas a Demetrio Gómez.
Doce dedicaciones exclusivas
Mañana lunes 26 tendrá lugar el llamado pleno de organización que aprobará el reparto de sueldos entre los corporativos y las de asignaciones por asistencia a plenos (300 euros) y comisiones (180 euros). Al menos doce concejales, probablemente algunos más, estarán en nómina del Ayuntamiento y por tanto serán profesionales de la política durante los próximos cuatro años. El reparto de estos estipendios tiene su importancia en la medida en que calma las inquietudes de aquellos concejales de los tres grupos municipales que requieren una solución.