La apertura de la churrasquería de Pepe Viera en Pontevedra transforma la oferta hostelera de la zona monumental

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

El asador de la plaza de Curros Enríquez arranca este jueves solo para clientes que tengan reserva

08 feb 2024 . Actualizado a las 09:40 h.

Varela ya no es una ferretería. Mantiene el nombre y la esencia del negocio histórico que fue durante décadas en Curros Enríquez, pero ahora es la nueva oferta gastronómica de Pepe Vieira en la zona monumental de Pontevedra. El cocinero con dos estrellas Michelin abre este jueves su churrasquería después de casi un año en obras. Por el momento solo se admitirán clientes con reserva previa, con el fin de ir ampliando el servicio de manera paulatina. Este miércoles apuraban los últimos retoques antes de abrir los tres pisos de un nuevo concepto de restauración en la que todo se hará a la brasa.

Su apertura es una pieza más en la reciente transformación de Curros Enríquez, una plaza en la que hace unos meses sobrevivía solo la oferta hostelera del Borona y La Nata. Hoy, ha mudado su piel con negocios como Marco Coffee & Drinks, que abrió en junio del 2023, o Lola y Lía, que lo hizo el pasado mes de diciembre. Con Pepe Vieira se completa una propuesta gastronómica variada. Y todos coinciden en que no hay nada mejor que la competencia.

Toño Pérez es el veterano de Curros Enríquez. Lleva en la hostelería más de tres décadas, de los que 18 años fueron al frente del Borona. Él es testigo de esa transformación. «La apertura de Varela es genial, cuantos más negocios haya es bueno para todos. La zona está cogiendo impulso», apunta Pérez. Ha visto como abrió La Nata, como cerraron otros negocios y ahora vive el acelerón hostelero del último año con la puesta en marcha de tres negocios en cuestión de meses. La churrasquería de Pepe Vieira es la última en abrir, aunque estas primeras semanas serán de adaptación para «que la calidad y la excelencia de la marca Pepe Vieira sea la esperada y cumpla las expectativas».

Los clientes que quieran entrar tendrán que enviar un correo a reservas@varelachurrasquería.com indicando el número de teléfono y se le irá llamando por orden de recepción «con el fin de respetar el turno de aquellas personas interesadas en disfrutar de la cocina del chef y su equipo». Por el momento serán en turnos de mediodía y cena, salvo los lunes por la noche y los martes que estará cerrado.

La antigua ferretería contará con una zona de bodega, varios comedores, un espacio de barra y otro central con una cocina que se podrá ver casi desde cualquier punto del restaurante.

«La competencia es buena»

El resto de negocios de la plaza estaban esperando este momento. Nazaret Silva, que está al frente de Lola y Lía junto a su hermana Sheila, reconocía ayer que la inauguración de Pepe Vieira es una gran noticia para todos. Ellas tuvieron claro desde el principio que si algún día abrían un segundo local —el primero está en Vigo—, sería en Pontevedra. En cuanto encontraron el que durante años ocupó la pizzería La Nación supieron que ahí abrirían un nuevo Lola y Lía. La ubicación y el espacio las convencieron. Están felices con la respuesta de la ciudad después de casi dos meses sin parar. «Todo lo que sea actividad y nuevos locales que abren, bienvenidos sean», apunta.

Ramón Leiro

A su lado está Marco Coffee & Drinks. El pasado junio abrió en Curros Enríquez para poder tener una terraza que en su local de Castelao es casi inexistente. La futura apertura de Zara, en Gutiérrez Mellado, fue el impulso que necesitaba para tomar la decisión. «La competencia es buena, yo deseaba que abriese Lola y Lía, creo que todos los de la plaza son sitios que funcionan. Cada uno tiene sus servicios, pero atendemos a una amplia franja de edad», explica Luis Penelas, responsable de la cafetería Marco.

Todos los hosteleros coinciden en la importancia de ser cada vez más negocios, pero mirando a su alrededor les gustaría ver los edificios y los bajos cerrados con más vida. El antiguo inmueble de Modas Peral, donde se concentró en los últimos años toda su oferta, lleva más de un lustro vacío. También lo están las otros bajos que tuvo esa firma de ropa, una farmacia y la droguería La Moderna, así como una peluquería junto a La Nata.

El último gran movimiento de Curros Enríquez fue la venta del edificio del Casino Mercantil después de casi tres años en el mercado. Ahora está vacío y se desconoce cuál será su futuro. La operación se firmó en mayo del pasado año y desde entonces está cerrado a cal y canto y la única actividad es la que mantiene el Burger King en el bajo.