Denunciado por dejar morir de hambre a dos caballos en una cuadra anegada de purines

Alfredo López Penide
López Penide A LAMA / LA VOZ

A LAMA

El vecino de A Lama se puede enfrentar hasta una pena de dieciocho meses de cárcel e inhabilitación

24 mar 2017 . Actualizado a las 05:10 h.

Llevaban más de una semana muertos y sus cadáveres fueron localizados semienterrados en una cuadra anegada de purines y estiércol. El propietario de estos dos caballos, una yegua y su potro, está siendo investigado por la Guardia Civil, de tal modo que las diligencias ya han sido remitidas al juzgado de guardia de Pontevedra.

De confirmarse las imputaciones por un supuesto de delito de maltrato animal con resultado de muerte, este vecino de A Lama se podría enfrentar a penas de prisión de hasta un año y medio. De hecho, el Código Penal establece no solo el internamiento penitenciario entre seis y dieciocho meses, sino también la inhabilitación para cualquier profesión vinculada con los animales, así como la tenencia de los mismos por un período de tiempo normalmente similar a la pena de cárcel.

Al margen de las diligencias penales, el Seprona denunció también a persona por la supuesta comisión de una infracción administrativa en materia de sanidad animal. Desde la Comandancia de Pontevedra precisaron ayer que el potro no estaba identificado individualmente con el microchip obligatorio y tampoco figuraba en el registro de la explotación (REGA).

Esta investigación tuvo su origen en una serie de informaciones relacionadas con el fallecimiento de dos equinos en extrañas circunstancias. Ya entonces, se sospechó que pudiera haber sido como consecuencia de un imprudente abandono por parte de su dueño.

De este modo, la patrulla se personó en el domicilio de este vecino de A Lama y le requirió que mostrase los animales que guardaba en la cuadra. Los agentes se encontraron con un establo totalmente anegado de purines y estiércol. En su interior, yacían semienterrados entre los excrementos los cuerpos sin vida de una yegua y un potro.

Su propietario, al parecer, reconoció que habían fallecido por inanición, por lo que el Seprona citó a esta persona en calidad de investigado.