«Me dejó tan mal económicamente que no me pude permitir ir a terapia»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Una pontevedresa se expone al banquillo por supuestas deudas del donjuán de Marín

12 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Reconoce que tras descubrir que había sido una de las víctimas del donjuán de Marín llegó a sentirse tonta, una sensación que se suavizó en el momento en que empezó a conocer a otras chicas en su situación y a asumir que «es un profesional que lleva veinte años haciéndolo». En el caso de esta pontevedresa, que responde al nombre ficticio de Eva, al dolor emocional se sumó una denuncia por una supuesta estafa que teme que la termine sentando en un banquillo de los acusados.

Los hechos se remontan a la fase final de su relación con quien se identificó como Leto y que se le presentó como chef de un reconocido restaurante de Poio. Por entonces, la que consideraba su pareja se alojó durante cerca de un mes en una casa rural. «De vez en cuando me quedaba a dormir, a cenar o a comer. Se la había recomendado yo porque ya me conocían», explicó, al tiempo que aseguró que, a la hora de formalizar la ficha de alojamiento, Leto, supuestamente, facilitó un nombre y un DNI falsos.

«Cuando él se fue, desapareció, al cabo de un mes. Pusieron la denuncia a nombre de los dos porque sabían que yo estaba con él y esa denuncia está ahí. Estoy imputada y nos reclaman a los dos cinco mil euros», lamentó Eva, quien ya tuvo que abonar 2.500 euros de unas deudas por mensualidades impagadas de un piso.

«Desapareció porque le reclamaban el dinero. Cuando vio que ya no podía más, fue cuando desapareció», precisó Eva. Sin embargo, durante una temporada, el que se hacía llamar Leto siguió llamándola de cuando en vez prometiéndole «que lo iba a solucionar y excusándose».

No es de extrañar que esta vecina de la comarca de Pontevedra considere que es una de las principales perjudicadas por el donjuán: «No llegué a ir [a terapia]. No porque no lo necesitara, sino porque me dejó tan mal económicamente que no me lo he podido permitir».

Eso sí, afirma que si hubiera tenido capacidad hubiera afrontado ella sola esta deuda para olvidarse de la situación. Un movimiento que su abogado le desaconsejó: «Tú no tienes por qué pagarlo, porque es como si vas a una boda, los novios no pagan tu plato y luego te lo reclama a ti. Se lo tendrán que reclamar a los novios».

Eva no fue consciente de la historia real del marinense hasta que, un buen día, recibió una llamada desde Barcelona. Al otro lado de la línea, otra de las innumerables afectadas la puso al día. Fue entonces cuando descubrió que las noches de hotel que había compartido con el que consideraba su pareja habían sido realmente pagadas por otra mujer, que también había caído en sus redes.

«Ella quería tener un hijo y lo que quieras tener, él te lo da, menos dinero»

Quienes lo conocen aseguran que el donjuán de Marín se comporta así desde la adolescencia. Recuerdan que por aquel entonces, las víctimas se encontraban en su entorno más cercano y era su madre la que respondía de sus actos. Todas las afectadas coinciden en que se las gana por el conocimiento que adquiere de sus gustos y aficiones, así como por la atención que les dedica durante las primeras fases de la relación. Ponen el ejemplo de una valenciana con la que tiene un hijo «al que no conoce». «Ella quería tener un hijo -relata Eva- y lo que quieres tener, él te lo da, mientras no sea dinero». Otras no tuvieron tanta suerte. Afirman que hay a quien «le robó su futuro. Tenía una beca, le dio ese dinero y no pudo estudiar. Tenía 17 años y lleva desde entonces sin levantar cabeza».