Así se selecciona a los socorristas de la meca del turismo gallego

Marcos Gago Otero
MARCOS GAGO SANXENXO / LA VOZ

MARÍN

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Los aspirantes que aprobaron las pruebas pasan a una bolsa de empleo para formar los equipos que velarán por 12 playas

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Líder en banderas azules en España un año más, Sanxenxo, con once ecodistintivos, eligió ayer los socorristas que prestarán sus servicios en el verano en estos arenales más Areas -donde no se izará el galardón europeo, aunque por su extensión y usuarios sí contará con un dispositivo propio-. Sanxenxo se convirtió, de esta forma, en el Concello más madrugador de la comarca en realizar estas pruebas y es previsible que en los próximos días se le sumen Marín, Poio y Bueu. En total hubo 56 aprobados entre los jóvenes que se lanzaron ayer al agua en Silgar en la realización de una prueba donde la rapidez y la pericia de los candidatos se tienen en cuenta a la hora de puntuarlos.

¿Qué hay que hacer para ser socorrista? Primero, obvio, saber nadar. Sin embargo, esta habilidad no es suficiente. Se exige algo más y la cualificación para este servicio se rige por una normativa autonómica que este año, algo más flexible, permite que haya más candidatos. Y es que el decreto que estuvo en vigor en estos últimos veranos era tan restrictivo que dejaba fuera a jóvenes que tenían una formación adecuada, pero que no podían pagarse los caros y escasos cursos formativos. El resultado de la deriva de los últimos tiempos es la escasez de candidatos -alguno más hay este año- porque los más mayores se iban retirando de estas campañas y no había sustitutos suficientes.

Con este panorama los concellos compiten entre sí para conseguir cubrir sus vacantes y está por ver si se repetirá el baile de renuncias y cambios de destino de otros veranos. Por ahora, la inmensa mayoría de los que acudieron a la cita de Silgar lograron superar la prueba. Ahora pasarán a una bolsa de empleo, donde se confeccionará una lista siguiendo la puntuación obtenida en los ejercicios físico y teórico.

La prueba en la playa es la parte más dura, más competitiva. Los aspirantes tuvieron que correr 200 metros por la arena con el material de salvamento -aletas y flopi-, entrar en el agua y nadar 800 metros hasta una boya y superar otros 200 metros de carrera por la playa portando este material otra vez. La mañana fue desapacible, el tiempo amenazaba tormenta, pero los jóvenes candidatos se lanzaron al agua, la mayoría con trajes de neopreno, y fueron llegando en un tiempo relativamente pequeño a la arena. Luego se sometieron al ejercicio teórico y los sanitarios a examen de reanimación cardiopulmonar básica.