El colofón a un curso «tremendo»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

emilio moldes

La primera de las tres jornadas de la nueva ABAU se realizó ayer con las cuatro materias comunes

08 jun 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

El silencio reina en la Facultade de Ciencias Sociais del campus de Pontevedra a las 10.45 horas. Nada que ver con el intenso tráfico que se registró en la zona antes de las 9. Es una de las dos sedes donde 1.023 estudiantes se estrenan con la ABAU en la ciudad. Así se llama la evaluación de bachillerato para el acceso a la Universidad que sustituye a la antigua PAU. Para casi todos sigue siendo la selectividad de siempre.

Esperando a que salgan del primer examen de Lengua Castellana y Literatura -el que abrió el fuego tras la presentación- está Pilar Rodríguez, profesora de Filosofía en el IES Ramón Cabanillas de Cambados. El centro envió a 40 alumnos, aunque no todos realizan todas las asignaturas. ¿Cómo llegaron? «A primeira hora xa sabes, cos nervios e a preocupación de como lles vai saír». Esta docente y muchos estudiantes consultados aluden a las dudas y la incertidumbre que marcaron este curso en relación con la ABAU. «Foi tremendo, ata febreiro non sabiamos como ía ser a proba», expone la profesora.

A unos metros de Pilar, está Nerea Blanco, alumna de la escuela de adultos (EPA) Río Lérez de Pontevedra. Fue de las más madrugadoras en salir del primer ejercicio. Está repasando en una mesa y levanta la vista para contestar. Eligió la opción A y está contenta con el resultado. Quiere estudiar Trabajo Social y necesita un 6,8. En su caso, su mayor temor llegará hoy con las materias troncales. Nerea es de las que preferían Historia de la Filosofía a Historia de España, las dos opciones de la antigua PAU.

Los pocos estudiantes que se ven en la facultad no son de la ABAU. Toca esperar a que salgan más en un centro donde el rechazo a la Lomce cuelga en un gran cartel. En un extremo de la facultad están tres de las ocho aulas en las que se hace la prueba. En la 6 están los estudiantes del Torrente Ballester de Pontevedra, en la 7 los del Illa de Tambo de Marín, y en la 8 comparten espacio los del A Xunqueira I de Pontevedra y del Johan Carballeira de Bueu. La mayoría de las puertas están cerradas, y en una abierta se ven las mochilas apiladas en la entrada.

Salen y van directos a una máquina expendedora. Son cuatro estudiantes del IES A Xunqueira II, muy de actualidad por el conflicto con la dirección. «Somos los pacíficos», ironiza Pablo López. Junto a él está Herta Haxhijahja -una estudiante con apellido albanés-, Olga López y Ángela Montoto. Dos optaron por la opción A en Lengua y otros dos por la B. No se ponen de acuerdo sobre la dificultad de una y otra. Ángela quiere estudiar Biomedicina; Herta, Educación Infantil; Olga, Óptica y si no alguna ingeniería; y Pablo, ADE. Historia de España y Galego son las dos asignaturas que más respeto les daban ayer. «No sabíamos lo que iba a entrar, pero ahora ya está. No fue tan diferente. Los últimos días estudié ocho horas», comenta Pablo. Olga y Ángela dicen que durmieron bien.