La esperanza llegó tras inscribirse una cría que viajará desde Moraña a Caldas

m.?h. pontevedra / lA voz

MORAÑA

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la escuela de Santo André, en Caldas, el sol lucía más ayer que en cualquier otro lado. Sí. Porque en esta escuela estaban contentos al por mayor, tanto los padres, como la profesora, Rocío, y hasta los alumnos. De hecho, nada más cruzar la puerta de un aula donde hay tres zonas de pupitres, una para cada edad, es un niño risueño el que pone uno al corriente de la razón de ser de tanta alegría: «Ya hay seis niños anotados para el año que viene, y así ya no va a cerrar la escuela», señala Manuel, muy habilidoso con el lenguaje. Manuel sabe de lo que habla. Esta coqueta escuela unitaria de Caldas, a tiro de piedra del casco urbano pero rodeada de verde, acaba de pasar por un momento bien difícil.

En cuanto se abrió el plazo para preinscribir a los alumnos para el año que viene, empezó a verse que la situación era difícil: «Os nenos de cinco anos marchan, e viamos que soamente ía haber tres alumnos para o próximo curso. E así sabíamos que era imposible que a mantiveran aberta». Nadie se quedó parado. Comenzaron una campaña intensa. «Axudáronnos as outras escolas e os pais loitaron moito. Falaron con amigas, con persoas que podían traer aquí os nenos e ao final apareceron dous máis». Se alcanzaban así las cinco plazas. Pero había que buscar un alumno más o la amenaza del cierre seguía encima en firme. Finalmente, la esperanza llegó desde Moraña: «A última en anotarse foi unha nena que vai vir dende Moraña». Con ella, se alcanza esa cuota mínima de seis, que en la comunidad educativa entienden suficiente para seguir con actividad. De ahí la alegría de padres, críos y maestra.