Los tractores bajan al mar para retirar las algas de los bancos marisqueros

Marcos Gago Otero
marcos gago POIO / LA VOZ

POIO

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Las cofradías actúan en los arenales para garantizar la productividad de las playas

28 jul 2017 . Actualizado a las 08:00 h.

Las orillas de la ría en marea baja han adoptado estos últimos días un color verdoso producido por toneladas de algas empujadas por las olas hasta la costa. Es un fenómeno que ocurre todos los años, habitualmente en agosto o septiembre, y que este año ha forzado ya a las cofradías del fondo de la ría de Pontevedra a enviar los tractores a la playa para la retirada de los restos vegetales. Fuentes del sector explicaron que es necesaria la retirada cuanto antes de las algas, sobre todo cuando, como es el caso de esta semana, se trata de una clase más específica y que las mariscadoras conocen como «panelo». Estas algas ocupan todo el fondo marino y dificultan o impiden el acceso de los bivalvos al oxígeno, debilitando a la almeja y provocando, de esta forma, su mortandad, con el consiguiente perjuicio económico para los profesionales del mar.

Los tractores, según explicó el patrón mayor de San Telmo, César Rodríguez, trabajarán varios días, aprovechando las mareas bajas, para poder dejar los bancos en el mejor estado posible para garantizar el buen estado de la almeja. Los trabajos se están centrando, en principio, en el banco de O Ameixal, junto a la playa de Cabeceira, en el municipio de Poio.

Asimismo, las cofradías están organizando los turnos de vigilancia que sirven para poner coto al furtivismo durante la bajamar durante la temporada estival. Este dispositivo lo llevarán a cabo las cofradías de Pontevedra, Raxó y Lourizán y sus integrantes irán debidamente identificados como mariscadores. Sin capacidad sancionadora, sí que avisarán a la Guardia Civil o a los vigilantes de los pósitos, según el caso, cuando los turistas o los furtivos no desistan de la recogida ilegal de moluscos de los arenales.

En el litoral de Poio, este programa distribuirá dos personas en el banco de Padrón, otros dos en Illa das Ratas y doce entre Polvorín y A Puntada.