Borja Méndez, el cañón del Teucro

manu otero PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

El vigués se está destapando como el jugador más desequilibrante

25 ene 2017 . Actualizado a las 08:32 h.

Un francotirador letal es el segundo máximo goleador del Teucro. Borja Méndez, que desembarcó en Pontevedra el pasado verano, se está destapando como uno de los capos azules en ataque. Cuando la circulación de balón se atasca, todas las miradas se posan en el central vigués que no duda ni un milisegundo en armar el brazo desde más allá de la línea de los siete metros con la potencia de un misil Tomahawk para solucionar la papeleta a su equipo. Así lo hizo ya en esta campaña setenta veces y solo el incombustible goleador Carlos García es capaz de ensombrecer los números de Méndez Pan.

«Todo el equipo trabaja bien, un día destaca uno y otro día le toca a otro», explica para desviar el foco de atención que cada día más gente posa sobre él cuando el Teucro juega en el Municipal. Sus cañonazos ya no pasan desapercibidos para nadie e incluso él se sorprende con la ponzoña de sus disparos. «No solía ser muy lanzador, he ido mejorando», admite con humildad.

Su nueva vocación la descubrió precisamente en Pontevedra. Cuando el equipo no acababa de arrancar a principio de temporada y «mis compañeros me decían que tirase más», reconoce el vigués que ya el año pasado en la Academia Octavio era de los más destacados.

Figurar como el segundo máximo goleador del equipo y uno de los más anotadores de la liga, le enorgullece pero no se conforma solo con anotar. «Las estadísticas están bien, pero no es en lo único en lo que fijarse». Y tiene razón porque además de ver puerta con facilidad, el vigués también asiste y, cuando se mueve en el puesto de central, tiene también capacidad para dirigir el juego ofensivo azul y tomar la mejor decisión para su equipo.

Cangas, Vigo y Pontevedra

Tiempo para analizar y pensar esas jugadas no le falta. El teucrista reside en Vigo, con sus padres, estudia en Cangas y entrena en Pontevedra. La carretera se convirtió ya en su otro terreno de juego. Cada mañana pone rumbo a la ciudad de O Morrazo donde estudia un ciclo superior de Técnico Superior en Animación de Actividades Físico Deportivas. Después vuelve a casa para comer con sus padres, para volver a coger el coche con destino Pontevedra para entrenar y finalmente volver a casa para volver a empezar al día siguiente. Y aun saca tiempo para estudiar y pasar el rato con amigos, cuando puede, admite.