Solo uno de los tres juicios que no se grabaron sigue pendiente de la defensa

c. g. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Tanto el fiscal como la acusación particular ya mostraron su disposición a que el juez dicte sentencia sin tener que reiniciar el proceso

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fueron fallos puntuales, según la Xunta, pero dejaron en el aire tres de los juicios celebrados desde comienzos de año en la Audiencia de Pontevedra. La falta de grabaciones de las vistas orales por culpa de errores informáticos dejaron la puerta abierta a que algunas de las partes exigiera su repetición. Desde esta semana son los implicados en dos de los procedimientos judiciales quienes solicitaron que el proceso siga su curso. Pero queda una defensa, la que representa los intereses del acusado por un delito de estafa, por tomar una decisión al respecto. Tanto el fiscal como la acusación particular ya mostraron su disposición a que el juez dicte sentencia sin tener que volver a celebrar el juicio desde el inicio. Pero la palabra del abogado defensor es decisiva para que el juez decrete la nulidad del proceso y su celebración íntegra.

Violación múltiple y estafa

Quien sí se mostró ya su conformidad a que el caso siga su curso es el letrado que defiende al acusado de un delito de lesiones. También lo hicieron en su momento las partes implicadas en el juicio por una violación múltiple en Lalín celebrado el pasado 27 de febrero. Fue precisamente durante este proceso cuando se detectó el último de los tres fallos informáticos graves. Dos menores de edad condenados por participar en ella, dos gemelas amigas de la supuesta víctima, los padres del principal imputado y un primo se ahorraron, así, el trago de volver a prestar declaración sobre los hechos.

El que queda pendiente es de esta forma, el que se llevó a cabo el 17 de enero, en el que se juzgaba a un hombre acusado de estafar a dos personas distintas que le adelantaron diversas cantidades para que les construyera una casa familiar en Campo Lameiro en uno de los casos, y una prefabricada en la parroquia de Mourente, en el otro.