Una pareja acude a la Policía Local para que le quiten unas esposas al hombre

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Aseguraron que encontraron los grilletes en la madrugada del pasado lunes mientras paseaban al perro

29 mar 2017 . Actualizado a las 01:04 h.

Madrugada del lunes. Noche cerrada en Pontevedra. Ante la sorpresa de los agentes de guardia en la jefatura de la Policía Local, una pareja se persona en estas instalaciones con una petición, cuanto menos, inusual: que le ayuden a quitar las esposas que el hombre, de 39 años, se había colocado, al parecer, accidentalmente unos minutos antes y que no eran capaces de abrir.

Según explicaron, sobre las cinco y media de la mañana, estaban paseando al perro por el entorno del campus universitario de la ciudad del Lérez cuando se encontraron tirados en el suelo unos grilletes metálicos. Añadieron que tal hallazgo les hizo bastante gracia, tanta que comenzaron a jugar con ellos sin siquiera pararse a pensar en las posibles consecuencias.

En este marco, como si de un agente del orden se tratase, la pontevedresa, de 38 años, le colocó los grilletes a su pareja. Hasta ese instante todo había sido diversión. Hasta que las risas fueron sustituidas por una cierta angustia. Quizás fue en el momento en el que escucharon el clic del cierre cuando fueron conscientes de que no tenían la llave adecuada para abrirlas. Fuera así o no, lo cierto es que no tardaron mucho tiempo en comprender que por sí solos no iban a ser capaces de retirar las esposas.

En un primer momento, recabaron la ayuda del vigilante de seguridad del campus universitario, al que le preguntaron por si tenía alguna llave para la apertura de los grilletes. La respuesta fue negativa, por lo que optaron por desplazarse hasta la jefatura municipal.

Escamado por lo que acababa de presenciar, el propio vigilante de seguridad se puso en contacto con la Policía Local para narrarle el episodio. No las tenía, ni mucho menos, todas consigo. A fin de cuentas, cabría la posibilidad de que la persona engrilletada que se dirigió a él pudiera fácilmente acabar de salir huyendo de un control policial.

Además, a buen seguro que por su cabeza pasó que las cinco de la madrugada no es una hora muy habitual para sacar a pasear una mascota por las calles del entorno de Pontevedra.

En cualquier caso, una vez puesto en conocimiento de la Policía Local, los agentes de servicio no tuvieron muchos problemas para encontrar una llave que se ajustase a los grilletes que llevaba colocados el pontevedrés.