Frato, la mirada de un niño de 77 años

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La exposición dedicada a Francesco Tonucci llenará de juegos hasta el 11 de junio el Pazo da Cultura

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando eran niños, Francesco Tonucci y sus hermanos tenían dos juguetes favoritos. Uno era una caja de cartón con la que dejaban volar la imaginación para convertirla en mil y un elementos diferentes. El otro era un caballo de papel que fabricaban sobre la marcha para disputar carreras a soplidos. Los dos están muy presentes en la exposición Imaxinar a educación. 50 anos con Frato, que desde ayer se puede visitar en el Pazo da Cultura.

A sus 77 años, Tonucci -o su alter ego, Frato-, critica que los niños de hoy en día están demasiado encorsetados, sobrecargados de juguetes y tecnología, y sobreprotegidos. Reivindica la imaginación como elemento fundamental del desarrollo de los pequeños. De eso va la exposición. No solo del Tonucci inspirador del modelo urbano de Pontevedra, sino del Frato que a finales de los años 60 del siglo pasado tituló su primer libro de pedagogía Con los ojos del niño. Ese título, afirmó ayer «es un excelente resumen de mi carrera». Una carrera en la que siempre intentó «hacer visible lo invisible», y lo «invisible» es la opinión de los niños sobre el mundo que le rodea.

Para llevarlo a cabo, Frato se sirvió de diversos elementos. Las viñetas satíricas o humorísticas con las que puso voz a los pensamientos de los pequeños son un elemento fundamental, presente en la exposición, Pero también sus libros, en los que a lo largo de 50 años ha ido desarrollando la Ciudad de los niños y revolucionando el mundo pedagógico.

Por ejemplo, una parte de la exposición se dedica a la bicicleta como elemento de educación. «Tendría que ser una disciplina escolar», indicó. Tonucci propone un taller para montar y desmontar bicis en clase, lecciones de historia en torno a la bicicleta, clases de física basadas en el pedaleo y el «milagro» de ir sobre dos ruedas sin caerse ...

Ese es el espíritu pedagógico de Tonucci. Y de Frato. Por eso la exposición, además de viñetas, vídeos, retrospectivas y demás, es un gran patio de juegos donde se invita a los niños -mas de 3.600 asistirán de aquí al 11 de junio- a experimentar, a imaginar, a mancharse las manos, a construir, a divertirse... y a formarse.